jueves, 22 de septiembre de 2011

... Música, cómo vivir sin música.


Lasso - No pares de bailar.

Talento venezolano.
Un ritmo fresco. Me ha gustado su estilo... bastante original.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Anónimo.

     Las cartas que escribí, los sentimientos que sentí, las miradas que lancé al viento para deshacerme de ellas y justamente llegaron a ti, una vez tras otra, enloqueciéndome. Nunca te dije mi nombre, y es que preferí vivir en la sombra de tu sombra, en el anhelo de un amor casi prohibido, en la esperanza rota de quien oculta su identidad, en un anónimo escrito en grande, en una dedicación directa y una poeta indirecta; convertí mi amor por ti en una película de suspenso y hoy me arrepiento: El miedo, la angustia, ser quien soy y es que... ¡Qué idiota soy! Andar por allí avergonzándome de lo que soy no está bien, pero este sentir no lleva nombre y sólo lo conozco yo misma, ni siquiera tú que has sido la razón que desató mis lágrimas, el misterio, el motivo casi taciturno de una noche pensante, la herida de un dolor que no cesa y los quejidos reprimidos de un herido que no usa las quejas; es un dolor anónimo, es un escrito anónimo y tengo la certeza de que mi nombre ya no importa, sólo el sentimiento preso, las ganas de entregarlo, no importa quién sea yo entre tanta gente, sólo importa que una vez te amé y hoy he decidido no ponerle nombre a ese cariño, simplemente dejarlo pasar como una hoja que cae en el otoño, como una lágrima que un desconocido derrama, como el lienzo de un artista sin sueños... No importa cómo luzcan mis ojos que te han llorado y mis labios que han sonreído por ti, sólo importas tú, por eso he decidido hacer esta confesión anónima.

Atentamente,
Anónimo.

... De la vida.

Si vas a darte por vencido, no eres digno de mirar hacia atrás.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Quiero, pero no puedo.

Quiero desintoxicarme de ti. Quiero que aquello que una vez tuvimos sea lo que el viento se llevó. Quiero irme de aquí y pasar desapercibida. Quiero no ser el fanstasma de lo que fuimos y dejar la puerta abierta, sólo para ver si eres capaz de regresar.
Quiero tantas cosas... pero no puedo. He querido volver a sonreír y sólo he vuelto a llorar. He querido no pensar más en ti y tan sólo he logrado pensarte más. He deseado desechar tus regalos y me he quedado toda la madrugada observándolos. He escrito más de veintitres poemas que entre líneas llevan tu nombre. He leído tu último mensaje como esperando el primero luego de separarnos. He sido dura conmigo misma, pero en este tiempo he querido no extrañarte más, y tan sólo termino extrañándote aún más.
Dejaré mi puerta abierta, para ver si algún día decides regresar, dejaré de ser mentirosa y doblegaré mis temores. Te recibiré con los brazos abiertos y ya no habrá quejas.
Quiero desintoxicarme de ti, pero no puedo. Quiero cambiarne el nombre, pero no puedo. Quiero hacerte a un lado, pero sólo si ese lugar es a mi lado. Quiero dejar de decir tus lemas, olvidarme de tantas fechas, cerrar algunos tratos, olvidarme del pasado. Quiero estar contigo una última vez, pero sólo si "último" es el sinónimo" de "para siempre". Quiero ser fuerte, pero estoy enamorada. Quiero borrar tus huellas, pero no tengo una bomba atómica. Quiero ser una extraña para ti... pero sólo si luego volveremos a conocernos. Quiero decirte adiós, pero no puedo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

... De la vida.

Si volvemos a encontrarnos, sólo hablemos de ti.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Siempre te recordaré, amigo.

     Amigo, pasé tantos buenos momentos junto a ti, creo que no pude haber reído más, creo que no me pude haber sentido mejor acompañada, pero también creo que no pude haber sido más egoísta.
     Amigo, sí, eras un excelente amigo, pero cuando Navidad llegó y tuve que separarme de ti todo ese tiempo, pude darme cuenta de que era mucho mejor persona sin ti. Me dolió descubrirlo, sentí que debía alejarte o al menos seguir a tu lado, pero sin seguir siendo como éramos. Qué equivocada estaba, y es que era sólo una niña, tan inexperta, tan ciega, nuestra amistad fue, sin darme cuenta, lo que nunca había querido que fuera.
     Nunca te dije esto, amigo, pero el que nos alejáramos no fue culpa de nadie más que de mí; fue adrede, era yo buscando ser mejor... y sí, hubo ratos incómodos, conversaciones inconclusas, indiferencia, mentiras que tú dijiste y de las cuales jamás pude perdonarte, pues ya sabía las verdades... pero nada podrá borrar esos tantos buenos ratos compartidos, ese apoyo que te brindé en mi ignorancia, esa amistad de toda una vida, esa dicha de tenernos el uno al otro.
     Amigo, mira cuánto luchamos porque la vida y sus situaciones no nos separaran, y terminamos siendo nosostros mismos los que arruinamos todo. Mira cuánto maltratamos nuesta confianza.
     Siempre te recordaré, amigo mío, quizá con melancolía o quizá con satisfacción, pero te recordaré, porque siempre serás parte de mis recuerdos, de muchos de ellos.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

... De la vida.

Ah... conque así se siente estar enamorada.

... Curiosidades: Fragmentos.

- Nunca terminaré de agradecerte por esto- me dijo él lentamente, observando con admiración a sus dos bebés recién nacidos.

- Mi precio es tu amor- le aseguré.

- Disfruto cada minuto de mi paga- y me sonrió con picardía, pasando sus brazos por mi cintura.


Este es un pequeño fragmento de mi obra S. S, y quise compartirlo...

domingo, 11 de septiembre de 2011

... De la vida.

¿Qué es toda una vida?
Si jamás lograré encontrar alguien como tú.

Imágenes: Todo da como resultado yo pensándote.


"Pensar es lo mismo que pensarte"
Y esto se ha vuelto tan cierto en tu ausencia...

Nuevos comienzos.

Confieso que había perdido esperanza, pero entonces todo ocurrió muy rápido. Nos conocimos. No fue apropósito, no tuve nada que ver y estoy segura de que tú tampoco, fue tan natural, tan sencillo e indiferente, conocerte sonaba extraño, pues, de no haberlo pensado, siquiera me habría dado cuenta; pero llegaste en el momento justo, llegaste cuando creía imposible poder volver a sentir cariño hacia un hombre, llegaste cuando mi pasado ya estaba casi disuelto, cuando mis lágrimas se detuvieron y la nostalgia por lo dicho me resultaba una extranjera, quizá hace un largo tiempo ya estabas en mi destino, no lo sé, pero llegaste cuando te necesitaba, cuando era injusta conmigo y por tonta creía que ningún otro hombre me amaría, llegaste para dar luz y esperanza a mi corazón, sí... al órgano más ignorado de mi cuerpo.
Tú fuiste el primero que me dijo que "No", y yo estaba tan acostumbrada a ser complacida, luego supiste esperar a que estuviera lista para hablar y me escuchaste atentamente, te conté mi historia, mi vida, mis anécdotas de niña, mis sueños a futuro, mis hobbies, mis cosas, en fin; y tú sonreías con cada palabra, lucías admirado, y por un segundo dejé de ser egoísta conmigo misma y le pedí al cielo que nos mantuviera unidos, de una manera u otra, que no nos separara y tuviera piedad de un amor que apenas iba floreciendo. Fue la primera vez que pedí algo así. Tú también me contaste de ti; pero el tiempo se acababa y, para mi desdicha y quizá también para la tuya, debía volver al mundo real.... al mundoq ue antes era tan imperfectop y aburrido, a ese cruel lugar sin razones ni motivos, sin emociones y romance puro, sin hombres como tú, que se conocen sin ser planeado y se quieren sin ningún trabajo...

... Carta para un nuevo comienzo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Polvo.

     Entonces, ¿cuándo volverán a tener sentido las cosas? ¿cuándo se acabará el dolor? ¿cuándo cumplirás tus promesas?
     Fui más de una vez polvo, por tu culpa, nada sin que te enteraras, pequé por amor, por obsesión, por costumbre, yo qué sé... pero lograste volverme loca, sin mirarme, sin percatarte de mi existencia, sin dejarte conocer, me envolviste como una sábana, la más suave y extraña, la que cubría mis dolencias y calmaba mis temores, sin darse por enterado. Tenías esa mirada sutil bien ligada al color gris de tus mañanas, a las faldas rosadas de mi colección, a la soleada mañana de nuestra ralación. Fui tantas veces polvo, por ti, y tu fuiste inmenso sin mí, fuiste un reflejo feliz de mis libros, pero tú tenías algo que esas páginas no: Tú sí eras real. Gracias a ti viví mi gran historia de amor, pero fui hecha arena para que caminaras sobre mí, me asimilé al personaje principal de esas historias, pero tú eras parecido, con las miradas que te hacían ceniza, con los roces que me deshacían, con las frases que muy bien te describían, pero yo fui polvo una y otra vez, por ti.

... De la vida.

TENGO MUCHAS COSAS QUE CONTARTE.

jueves, 8 de septiembre de 2011

... Curiosidades: El balcón.


Vista nocturna de Maracaibo.
No sé qué tiene este lugar, desde aquí lo veo todo tan pequeño, quizá sea eso, quizá se trate de mí y sólo sea una tontería de escritora... o tal vez se trate de ese lugar: El balcón. Allí el viento sopla tibiamente de noche, te abraza fuertemente. De día el calor es insoportable, ¿y díganme en qué parte del Zulia no lo es?
¡Ya sé! Puede tratarse de las cortinas, tienen cierto aire romántico, cierto misterio, un embrujo. A lo mejor no sea válida ninguna de esas razones, pero cuando estoy aquí pienso tanto...
... pienso en las cosas que dejé atrás por decisión propia, pienso en las cosas que vienen, en las que viví, en las cosas que escribo, las palabras usadas, el sentido que les di y hoy hubiese preferido cambiar.
Desde aquí lo veo todo tan pequeño.
Quizá sea porque así imagino mis libros... o tal vez se trate de ese lugar: El balcón.

En el apartamento, un sitio colmado de inspiración.

Costumbre, no rutina.

     De un tiempo para acá he tomado esa costumbre de decirme a mí misma: "Serás grande". Me lo digo a cada rato, me hace sentir bien, me hace imaginarme cada uno de mis sueños cumplidos y mi gran expresión de algarabía estampada en la cara. A veces pienso que sólo cuento con esas palabras, nadie nunca me dice: "Hey, vas a ser una mujer exitosa, vas a cumplir todos tus sueños y serás cada una de las cosas que has soñado... ¡Y más!". Yo no los cuestiono, yo tampoco se lo digo a alguien en especial, ¿será eso efecto del egoísmo natural que todos llevamos dentro? No sé mucho de eso, no me he caído lo suficiente en la vida como para ya tener un sólo estilo para volver a ponerme de pie; aún no tengo costumbres muy arraigadas, vivo cambiando de parecer y creo que algunas veces digo lo contrario a lo que ya he dicho, pero me he jurado que mantendré esta costumbre, que no haré de esto una rutina, que voy a creérmelo como si fuera la primera vez, y así ya no necesitaré que nadie me lo diga, seré yo más que suficiente, seré yo cada vez más grande, llegaré a cumplir todos y cada uno de mis sueños, llegaré a mis metas, y aún y cuando lo logre, no me conformaré, seguiré diciéndomelo: "Serás grande"... y entonces tal vez, si funciona, recomiende a las personas que me rodean adquirir esa misma costumbre.

... De la vida.

Te juro que me iría hasta el fin del mundo para encontrarte, y cuando te encuentre, entonces tendrás que regresar conmigo.

martes, 6 de septiembre de 2011

... De la vida.

¿Es esto un juego? Entonces no voy a darte señales de vida.

domingo, 4 de septiembre de 2011

... De la vida.

Poco a poco nuestros caminos se separarán.

La fórmula para amarte y odiarte.

     A ti siempre te recordaré como el "chico malo", el compañero de aula mala conducta, el que no merecía mi confianza, el irrespetuoso, el volátil, el rebelde sin causa... Si llegas a leer esto, quizá sepas que es contigo y entiendas que yo también lo sentí, hablo de esa química extraña entre los dos, ese odio apasionado que sentíamos el uno por el otro y que a la vez se convertía en atracción, puro gusto por lo prohibido, pura insensatez de adolescentes, puro juego de niños, nada más, al menos para mí.
     No debería estar haciendo esto, pero es que siempre quise decírtelo y nunca fui capaz. Pero me aborrecías, y lo más seguro es que yo a ti también, pero ¿para qué negárnoslo? Había química; y si no era química, no sé qué era, ¿algún tipo de ciencia que convirtiera en atracción el odio?
     Deseo tanto que leas esto y que luego me envíes un mensaje preguntándome si el escrito trataba sobre ti, es que deseo tanto decirte que sí y no sé si es que se debe a que son las cuatro de la madrugada y me siento valiente, pero juro que no lo negaría, te diría que sí, ¿y qué pasaría luego? Creo que nada, tú con tu novia y yo con mis libros. 
     Quizá me atreví a escribirte porque, y esto es lo más posible, tal vez nunca vuelva a verte de nuevo... pero qué recuerdos me dejas y qué ganas de golpearte y besarte me dejó la escuela, qué ganas.

¡Ay, la escuela!

sábado, 3 de septiembre de 2011

... De la vida.

Y yo sufriendo por el otro... con un tipo así en frente.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Ya no creo en tus frases.

   Ya no creo que tus "Te extraño" vengan dirigidos a mí, tampoco tus "Te amo", ni los estados que colocas en FaceBook con fragmentos de canciones que hablan más o menos de lo mismo que nos pasó... y hace minutos descubrí que ya no creo en ti.
   Me dijeron por allí que conociste a otra mujer, quizá más bonita que yo, quizá con los ojos de color y más seguridad en sí misma, y tal vez sea por esta razón que ya no creo en ti. Y hablando de creer, creo que ya me olvidaste, creo que ya te aburrí, creo que buscas quien sustituya mi lugar, una más alta, una más delgada, tal vez no más inteligente, pero sí más dispuesta. Si me vieras no creerías esto: "¿Alana creyendo en rumores sin fundamento?". Eso no me enorgullece.
   No deberías de ser tan indiferente conmigo, idiota, si tú eres hoy, por tantas razones, una creación mía: Cuando descubriste que me gustaban los hombres que escribían bien, arreglaste tu desastroza ortografía, cuando supiste mi manía con las uñas, empezaste a tenerlas limpias todo el tiempo... ¿y qué hay de tu futuro? Quizá escogiste tu carrera porque te dije que allí te veía.
   ¿Qué intentas? ¿Confundirme?
   Lo cierto es que ya no creo en tus mensajes personales, ni en nada que venga de ti... ya no creo que me pienses, y cuando dices "Te extraño", sólo puedo pensar que se lo dedicas a esa otra, la del rumor. Ya no te imagino dedicándome tus frases.

... ¿Sabes? Y aunque no lo parezca, dejó de importarme hace ya varios meses atrás; pero me divierte pensarte, siempre lo ha hecho, ¡pensarte pensándome! ¡Já!
Sé que no me has olvidado, pero quiero que sepas que ya no planeo arriesgarme, y si llegara a arrepentirme de dejarte, créeme que no iría tras de ti, porque aunque sé que aún me quieres... ya no creo en nosotros, ya no creo en tus frases.


Ahora tus frases son eso...
una sombra.


Tres.

Casi siempre se trata del número tres:

Tres fueron las preguntas que me hiciste cuando me confesaste tu amor.
Tres fueron las sonrisas que me regalaste aquella loca tarde de abril.
Tres fue el número que escogiste en aquel absurdo juego escolar.

Tres de junio es la fecha de nuestro aniversario.
Tres fueron las lágrimas que de mis ojos brotaron cuando te perdí.
Tres fueron las palabras que dijiste antes de marcharte.
Tres minutos duró nuestro último beso.
Tres segundos fueron suficientes para que me dieras la espalda y desaparecieras.
Tres años me costó lograr olvidarte.
Tres semanas tardé en volver a encontrarte.

Y tan sólo tres días me valieron para volver a enamorarme de ti.