martes, 29 de noviembre de 2011

... De la vida.

¡FELÍZ DÍA DEL ESCRITOR!


... porque escribir es sólo el sinónimo de pasión.

viernes, 25 de noviembre de 2011

... Curiosidades: Travesuras de colegiala.

     De nuevo los recuerdos.
     Ahora me acuerdo de cuando me convertí en una temible acosadora, jajaja...
     ... Había un niño en 7mo grado y mi amiga y yo lo perseguíamos por todo el colegio estando ya en los grado más superiores. Lo cierto es que nos divertíamos mucho, reíamos hasta el cansancio y ni siquiera sentíamos verguenza. Bueno, yo no lo hacía, fui yo quien la condujo a hacer esas locuras. Ahora sólo me río, y es que el niño era una versión pequeña de un actor que me encanta.
     Recuerdo una vez estar en su salón, el niño ni siquiera nos prestaba atención y nosotras estábamos empeñadas en hacernos notar, ya saben, preguntarle su nombre, conocerlo.
     ¿Qué se nos ocurrió?
     Nos inventamos una de esas en que el zarcillo se me caía y él debía agacharse a buscarlo para mí. Era un buen plan... pero no salió muy bien. Él ni siquiera se percató de que se me había caído y yo tuve que buscarlo por mi cuenta.
     Qué tontería, ¿no? Pues lo peor no fue eso, a penas miramos hacia arriba, vimos a uno de nuestros amigos de un grado superior mirándonos sorprendido y muerto de risa ante nuestra absurda escena.
     Aún me río de aquella época, de las locuras que hice tan sólo en busca de diversión, como una típica colegiala llena de vida.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Nuevos síntomas.


     Sin darme cuenta, empecé a hablar en plural y tenía varias sonrisas de más en el día. También peinaba mi cabello unos segundos más de lo normal y me di cuenta de que empezaba a mirarme en cada espejo que veía. Con cierto humor acepté que tardaba más escogiendo qué usar y con amargura admití que ya no dedicaba tanto tiempo a mis amigos. Los cds de Rock que antes no dejaba de escuchar, fueron sustituídos por unas misteriosas baladas y en el lugar de mi despertador, estábamos tú y yo retratados.
     Casi de inmediato comencé a pensar sólo en una persona y cuando nombraban algo con respecto al amor, esa persona palpitaba a través de mi corazón. Sustituí el lápiz labial por humectante y miraba más de la cuenta mi celular. Me irritaba discutir con una persona en especial y en cambio me quedaba a ver sus fotos en Internet. Rápidamente, me convertí de ser la niña buena de papá y mamá a ser la adolescente sospechosa y sonrojada. También me torné sensible y mandona, y lloraba por cada esquina de mi casa cuando se me prohibía salir. De no haber conocido a esa persona, no me hubiera enterado de lo celosa que puedo llegar a ser. En cuestión de segundos, un nuevo cumpleaños se integró a mi almanaque y para mí era muy importante, como ese 17 de agosto en que todos estos síntomas se tornaron "legales".
     Sin percatarme, ahora usaba una nueva frase: "Te presento a mi novio".

Olvidar a un gran amor.

El amor, el amor es tan extraño, es un concepto tan complejo y muchas veces está errado. El amor es tantas veces malinterpretado y cuando no se sabe dar, es dañino, es tóxico, es veneno.
Conocí sólo una vez al verdadero amor y lo dejé ir, quizá por principiante, quizá por complicada. ¿Cuántos días serán necesarios para olvidar la ida de mi amor y la dicha que tanto extraño?
Para mí el amor aún me sigue intrigando, es un misterio, merece un manual aquel que no lo ha sabido dar. El amor es un regalo, nadie te lo ha pedido, pero tú estás dispuesto a obsequiarlo.
Qué ironía, con qué voluntad accedemos a enamorarnos y cuando nos vemos obligados a olvidar, ¿a dónde se ha ido esa voluntad?
Conocí una sólo vez al verdadero amor y lo dejé ir, quizá por egoísta, quizá porque en realidad no lo amaba.
¿Cuántos minutos tardaré convenciéndome a mí misma de que está bien así?
Para mí el amor sigue siendo importante, aunque lo dañe con mis acciones y aún así prefiera no demostarlo con palabras. El amor aún no me define, porque el amor es una mezcla.
El amor es tan extraño, aún trato de entenderlo, pero cómo ha empezado a gustarme la lógica y es que el amor no la tiene.
Conocí sólo una vez al verdadero amor y lo dejé ir, quizá por indiferente, quizá por independiente.
¿Cuánto tiempo se toma olvidar a un gran amor?

... De la vida.

Sí, ser sólo amigos está bien por ahora.

POR AHORA.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Cuando estás distraído.

      Me gusta cuando estás distraído y jugueteas con mi cabello, porque luces absorto en un juego que no tiene ninguna complicación, que tú mismo creaste y donde tú has puesto las reglas. Me gusta porque eres sincero y muchas veces no te percatas de que te observo.
      Me encanta cuando me escribes cursilerías en inglés y al entregármelas, cuando te sonrojas al punto de ya no ser capaz de esconderlo.
      Me gusta cuando dices que nada está perdido, que mientras nos tengamos mutuamente, todo será más que suficiente.
      Me gusta tu apellido y lo quiero como el mío y también me gusta cuando mi nombre se pasea en tu boca, pero aún más me gusta cuando estás distraído y levantas un poco tu mentón, cuando en el trasnscurso de esa acción, me lanzas una de esas miradas pícaras que sólo tú sabes fabricar y sonríes... sonríes para mí como si el hecho de verme allí frente a ti te hiciera el hombre más feliz del mundo.
      También me he enterado que le dices a tus amigos que estás enamorado, por eso me encanta cuando te atrapo distraído, porque te he visto nervioso, buscándome entre la gente cuando vamos al cine, con la mirada radiante, lleno de preocupaciones.
      Cuando estás distraído me encanta observarte, porque pareces no poder esperar a mañana y, como un niño, te entretienes con cualquier cosa. Me gusta cuando me abrazas y de nuevo juegas aquel juego tuyo con mi cabello... yo sólo te observo y es que para ti tu juego es tan largo, tan profundo, tan serio, que mientras lo llevas a cabo yo sólo te investigo, estando entre tus brazos, tus dulces brazos.

... Música, ¿cómo vivir sin música?


Mariana Vega,

nuevamente lo ha hecho y ha creado una canción relajada, con una buena historia y que me ha encantado.
Muchos pueden sentirse identificados con esta canción.

Pregúntale por mí.

... De la vida.

Era más fácil quererte cuando también lo hacías.

domingo, 20 de noviembre de 2011

... De la vida.

A ver, intenta conquistarme....


... Dime cuando acabes y te diré cómo te fue.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Guardia baja.

- Baja la guardia, casanova, ¿qué estás buscando a estas horas? ¿quién te ha dejado entrar y por qué me sigues sonriendo de esa forma? Como si nuestro pasado no hubiera existido jamás y de la nada volviéramos a ser grandes amigos, apasionados amantes, cómplices de un trágico destino, compañeros de tragos.

- Hoy es una noche especial.

-¿Quién lo dice?

- Que la luna te lo diga. ¿Por casualidad no te susurra fríamente al oído que tu absurda actitud a la defensiva se ha tornado ofensiva e hiriente para mí? Parece como si hubieras olvidado en un arrebato de falsa sensatez nuestro eterno pasado, pero no logras engañarme a mí. No a mí, así que no intentes hacerme sentir culpable, mi amor, ¿cuándo tus vagas técnicas han funcionado con este hombre que hoy acusas de ser un casanova?

     Ella bajó la mirada, desconcertada ante el discurso del que no hace más de un año era llamado por ella misma su "fiel compañero".

- Has dicho especial- farfulló, retomando su característica dureza, esa misma que seducía al hombre frente a ella-, ¿qué es especial?

- Especial es especial.

- Baja la guardia, estamos en confianza... Aunque ya nos hayamos hecho daño, aunque que ya no perdamos el tiempo besándonos, aunque lo nuestro quedó marcado en nuestra historia como un divertido pasatiempo, como una lección casual de flirteo, aún puedes confiar en mí.

- ¿Acaso se puede confiar en el fuego siendo una trozo de papel?- él sonreía, siempre lo hacía-. Ese era tu problema, querida mía, el exceso de desconfianza. Resistías despierta hasta el amanecer observándome con una mirada morbosa, todo para asegurarte de que no huyera en medio de la noche y tú quedaras como una doncella más que al entregar su cuerpo en una noche, lo recibía de vuelta con la misma rapidez.

- ¿Acaso podía confiar en un hombre que parece sonreírle a todo lo que se le ponga en frente?

- No te pedía tanto entonces... ¿pero al menos soy merecedor del beneficio de la duda? Por más arrepentida que te sientas, siempre seré ese hombre al cual vigilabas luego de haberme besado en cada esquina de tu casa. Yo nunca te robé una sóla caricia, tú me las regalaste todas. ¡Qué fácil!

     Ella se adelantó hasta él y posó la punta de su cuchillo en ese cuello bronceado y áspero que más de una vez mordisqueó con sus propios dientes.

- ¿No es el ser humano libre de tomar sus propias decisiones? ¿Por qué no negarse a ser tratado como el juguete de una mujer? Si yo soy fácil, tú necesitabas con urgencia un poco de afecto.

     Él tomó el brazo de su antigua compañera y lo bajó rápidamente. Su pecho hacía contacto con la espalda de ella. Ese par de viejos amigos que eran sus corazones, bombeaban sangre al ritmo de la química que hacía leves explosiones en sus interiores.

- Entonces hay que ver cómo sabes dar afecto, mi amor- le dijo él robándole un beso a su antigua amante.

     Ella lo alejó y le preguntó:

- ¿Por qué actuar como lo hacíamos en el pasado?

- Tú sólo bajaste la guardia y yo me vi tentado, ¿no era así en el pasado?

- A veces es bueno recordar...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Es tu culpa.

    

     Lentamente deja caer tus mentiras, quédate con tu indiferencia preventiva, con los besos repartidos en mis mejillas y las lágrimas falsas que derramabas mientras me iba. De espacio, déjame ofrecerte mi despedida, cargada de rabia y amor, de alegría y desazón... de odio y rencor. Acércate, regálame cinco minutos de tu tiempo y, mientras te veo, deja caer tus máscaras, la que parecía amable, la que me besaba, la que me abrazaba y la que decía que me amaba. Sólo sé tú mismo y, sin prisa, escúchame atentamente, mírame... mira en qué te has tornado.
     Eres una mezcla oscura, como el traje que viste el cielo en nuestra despedida. Eres incierto, como las estrellas, lejano como el universo. Eres una incertidumbre. Eres inexorable como ese "Hasta luego" que articulaste cuando te di la espalda y que a mí me pareció más bien que sonó como un "Adiós"; eso me estristeció, pero ¿cuánto más podía seguir aguantando?
     Poco a poco observa cómo me alejo, ¡cómo deseo saber lo que sientes! Si te agobia ver cómo me pierdes, si aunque sea sientes el roce lacerante de mi partida, que te carcome el corazón, que te señala como el culpable, que suavemente escala tu espalda y te susurra a oído: "Es tu culpa, es tu culpa".

domingo, 6 de noviembre de 2011

... De la vida.

Se está tornando obsesión esa manía tuya de querer saberlo todo sobre mí.

Estoy segura de que, si me tomara un foto con el sol, tú irías hasta él para asegurarte de que no se enamorara de mí.

Amor inexperto.

    

     No soy una persona popular, pero al menos sé que eso no tiene importancia, siempre y cuando tú sepas quién soy. Tampoco hay algo que me haga resaltar entre la muchedumbre, pero la vida me enseñó que sólo debo preocuparme porque tú no toques el hombro de otra mujer por equivocación. Sé que no soy muy inteligente, sé leer y escribir bien, además me gusta hacerlo, pero no sé nada de matemática ni historia, eso se debe a que a veces soy un poco vaga y dormilona; de vez en cuando me doy cuenta de que quizá me interese mucho lo que los demás piensan, ¿pero no está eso mal? Dímelo tú, que no te ves afectado, tienes una máscara invisible... pero ni eso puede ocultarte por completo, a veces veo esas miradas tuyas que vienen dirigidas a mí y que, al final, se deciden por otra dirección por pura timidez.
     Qué frustrada me haces sentir. En el pasado he rechazado a algunos hombres, eso no me hacía sentir bien, pero al menos sabía que hacía lo correcto, pensaba en que, sin dudas, el indicado llegaría... y llegó.

     Quizá esté equivocada.
¿Seguiría siendo el indicado aún y cuando éste hace todo lo posible por evitarme?
Han pasado cuatro años desde que te conocí y aún me siento en el mismo lugar, seguimos tan lejanos como lo están la luna y el sol, sólo que más enamorados. Qué absurda historia de amor, si pudiera hacerte llegar este escrito, entonces vería qué podría pasar, pero al tratarse de ti y de mí, quizá Nada sería la respuesta. A veces creo que me temes, que no confías en mí, que me ignoras porque de verdad que no me soportas o porque quizá sólo se te hace más fácil... pero la tonta enamorada dentro de mí se niega, la tonta enamorada suplica afecto, la tonta enamorada espera en silencio.

      Ya lo sé, tengo mal carácter, pero ¿eso debería importarnos? A mí no me molesta tu timidez...
... ¿a quién engaño? Es una tortura diaria, algo que no quiero recordar, algo que cada mañana en medio del desayuno me quita el hambre... y yo sólo te veo pasar, encerrada en mi orgullo y en mi miedo. ¿Y qué he hecho al respecto?
     Sé que no te he demostrado cuánto me importas... pero, ya que hablamos de eso... tú tampoco lo has hecho y la verdad es que empiezo a creer que ya no te importo para nada.

Carta para mi "hombre indicado".

Este escrito va dedicado a ese par de tontos enamorados,
inexpertos y tímidos que aún no confían lo suficiente en el criterio de su corazón.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Veintitrés años.

      Han pasado veintitrés años desde que decidieron unir sus vidas con el matrimonio y ambos siguen amándose, aunque no lo demuestren públicamente y tiendan a llamarse por sus nombres; lo cierto es que nunca han sido muy demostrativos, creo que prefieren estar solos, pero aún así no pueden evitar que las miradas se hagan notables, que las caricias y las risas tengan dobles sentidos, que el haber pasado por tantas dificultades los uniera aún más, ¿y qué puedes esperar si están juntos desde que son adolescentes? De vez en cuando, al abandonar mi habitación y escabullirme hasta la de ellos, cuando la misma cobija que los cubre a ellos cubre mi cuerpo, puedo ver que ella lo observa sonriente y le acaricia la barriga y el bigote como si no quisiera perderse de nada, sus ojos verdes brillan, son dos enormes estrellas a la espera de una mirada de él, que con tanto orgullo la rodea con sus brazos y se deja dormir en su regazo. Yo sólo los observo, en silencio, como si no hubiera visto nada... es en esos momentos cuando me doy cuenta que el matrimonio es uno de los inventos más complicados y difíciles de sobrellevar, pero que, al llegar la noche, al llegar ese momento en que puedes recostarte junto a tu esposo y rodearlo con tus brazos, estrecharlo junto a tu cuerpo y juguetear bajo las sábanas, todo parece perfecto, las cosas parecen tomar un rumbo, te invade un silencio lleno de paz, se siente a ese antiguo amor tomar la habitación y transportarte.
      Ellos siempre ríen... y pelean, pero sobre todas las cosas ríen. No es perfecto, pero díganme: ¿qué cosa lo es en el mundo? Siempre he tenido esta idea de que cada uno depende del otro. Él ha sido el único hombre en la vida de ella y se nota, porque cada noche ella le acaricia la barriga y el bigote como si no quisiera perderse de nada.

martes, 1 de noviembre de 2011

... De la vida.

Sí, dándome por vencida logré varias cosas...

... el fracaso y la decepción.

... De la vida.

¿La pregunta es si te amé alguna vez?






Mi respuesta es: No. Te sigo amando.

... Curiosidades: Mayo, Junio, Julio y... ¡¿Noviembre?!

¡Bienvenido, Noviembre!

¡Ay! Qué ganas tenía de que llegara este mes.
Siempre me ha gustado Noviembre porque es el penúltimo mes del año, porque está entre Halloween y Navidad, porque las tiendas empiezan a llenarse de decoraciones navideñas, porque es el cumpleaños de mi hermana, porque siento que casi es Navidad, Y POR CIERTO, ME ENCANTA LA NAVIDAD, porque me compro ropa y, sobre todo, porque mi musa como que se vuelve loca.

¡Qué agradable suspiro acabo de liberar! Son las dos de la mñana y me he puesto algo nostálgica (y eso que apenas es primero). Resulta que este año he dejado muchas cosas atrás, muchas etapas que, en algún momento de mi vida debía superar, fueron superadas, con mis ojos llenos lágrimas, con mi boca llena de palabras que jamás me imaginé diciendo, con mi carácter fortalecido, con una inmensa sinceridad conmigo misma. Quizá estos último meses fueron los más reveladores de mi vida, tanto como recuerdo que fue el año 2009. Recuerdo Junio y sus buenas noticias, Mayo y sus regalos y sobre todo recuerdo a Julio con sus despedidas y sus decepciones... ay, qué despedidas.

Una decisión, dos hombres.

     No sé qué es lo que pasa conmigo en este momento de mi vida, empecé a sentirme perdida de repente. Nunca, desde que ellos llegaron a mi vida, supe sentirme segura de nuevo con alguna decisión... y si tenía que escoger a quién acudir, entonces simplemente no podía. Me veo ahora tan perdida, como cuando debes abrir una puerta que, o bien puede abrir tus caminos, o puede cerrarlos para siempre en un instante. ¿Hacia qué dirección debo ir? No es de sabios apresurarse, pero el tiempo ha seguido corriendo en mi reloj, las ansias ya casi son insoportables, la duda permanente, el intentar dividir mi cuerpo en dos y darme cuenta que jamás será suficiente. ¿Qué he estado haciendo? Sólo fui yo mientras conversaba con ellos, sólo seguí siendo imperfecta y natural, ruidosa y algo egocéntrica, pero aún así: ¿cómo pude desatar el amor más apasionado en dos hombres tan diferentes? ¿en qué momento ellos hicieron del destino una enorme casualidad?
     ¿Y yo? ¿En el medio? ¿qué mujer se merece esto? Entonces, por favor les pido que no me hagan sufrir, hay tantas cosas que los unen, pero ustedes se han encargado durante toda su vida de buscar mil razones que los separen y  al hallarlas no hacen más que hacerse daño.
     No sé qué pasa conmigo, sólo sé que cuento con ustedes... por ahora no me hagan tomar una decisión, tan sólo bríndenme su apoyo y, si alguna vez se llegan a cansar de mí, aléjense, así no tendría que elegir entre dos maravillosos hombres.