viernes, 14 de diciembre de 2012

Hablemos del desamor.

    Amiga, es cuando tú decides acudir a mí desde tan lejos que yo me doy cuenta de lo solitaria que te encuentras ahora. Quisiera poder estar allá contigo, ser pañuelo de lágrimas, almohada, el hombro que te reconforta, una taza de café caliente o unas risas improvisadas. 
    Siento que te he dejado al cuidado de desconocidos y me siento impotente al oír cómo tu voz se quiebra como una pieza de cristal al impactar contra el suelo. La rabia y la angustia se mezclan dentro de mí, ¿por qué? ¿por qué hablamos hoy del desamor? Siendo aún tan jóvenes, estando aún tan llenas de vida, ¿por qué conocemos a un idiota, le damos nuestra confianza y luego tan sólo sufrimos por él?
    Cuando me hago esa pregunta, oigo una voz sutil que me dice: "Es aprendizaje", pero ¡¿cómo?! ¿cómo me pides que piense así cuando todo lo demás es eclipsado por la impotencia y la confusión?
    Él, que te ha hecho sentir diferente y luego se ha dado media vuelta como si nunca hubiera pasado nada, él, justamente, no se merece la mujer que tú eres. Él, justamente, no se merece el brillo de tus lágrimas. Él, justamente, debería ser quien sufre...
    ... pero en cambio eres tú, y en consecuencia también soy yo. Aconsejarte ha perdido sentido, tus razones son más válidas. De repente y sin pensar me he dado cuenta de que lo único útil que puedo hacer por ti es tenderte mi hombro para que llores el mar que allí veo expuesto en la corniza de tu mirada, intentando retenerse, intentando seguir siendo un obstáculo.
    Amiga, tú sólo llora, que yo lloraré contigo, que yo intentaré entender tu dolor, que las horas son largas cuando se sufre por amor.

Dedicado a ti, que vives un sufrimiento indefinido debido a una historia que ya ha sido definida.

Sin salida.

    Siento el silencio colarse en las paredes como espadas afiladas, espadas sin culpa. De nuevo me somete la rabia de una coartada que ha sido atacada por la suerte, o quizá por mi mala suerte. Este simple hecho ha traído a mí todas las tristezas que hace días han estado envolviendo mi corazón: No hagas jamás algo que no te gusta, sino, acabarás pareciéndote a mí, y hoy día, esta es la escena más triste de mí misma, esa escena borrosa de la cual no me siento orgullosa y no le deseo a nadie.
    Escucho voces que me empujan a lo odiado, voces importantes, voces que no puedo ignorar, voces que creía sabias y hoy me destrozan el alma, me mutilan las piernas, me condenan al vacío. 
    Hoy no sé qué decirles para no herirlos, y de nuevo pienso que callar es lo más conveniente.
    He decidido no hablar del amor, justamente porque él es el que ha hecho estallar lo peor de mí, prefiero mil veces hablar de las lágrimas que he llorado a escondidas, los deseos que serpentean de ida y de regreso en mi cabeza, sin encontrar el camino de salida que los haga manipular mis acciones; el único problema es que no hallo a la persona correcta para contar todas mis dolencias, para abrir mi corazón y mi mente y exponer cada detallito incómodo de mi existencia. No he encontrado a la persona indicada a la cual, después de haberle confesado que no sé qué será de mi futuro, pueda yo preguntarle: ¿qué opinas tú de eso?

.. De la vida.

El peor invento del hombre es el amor a lo material.

... De la vida.

No es desgano, es que te amo.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Tentativa.

    Siempre sabes qué decir, qué decirme. Hasta cuando las palabras sobran o faltan, hasta cuando me faltas y nos faltamos. Hasta en el silencio y el ruido eterno, tú siempre sabes qué decir, qué decirme; y ese es nuestro problema.
   Si me pierdo, nos reencontramos, no sé explicar cómo pasa, pero vas desbordando tentación por la calle. Ella te brota de los ojos, de las manos, de cada poro de tu piel y aquí alguien desea ahogarse contigo, morir asfixiada de lo que, con tanta indiferencia, vas dejando regado en mi camino.
    Si supieras, que tu astucia y tu energía, son nuestro problema, por ello me armo de paciencia cuando te veo caminar por la acera. A veces se te olvida que tiene un poder sumamente peligroso, con el que atas y desatas, con el que enredas y desenredas, y una que otra vez: confundes o aclaras.
   Deberías empezar a ser consciente de tu facultad. 
   Mientras tanto, seguiré recogiendo los restos de tu tentación, para que no venga ninguna tonta a caer en ellos.

jueves, 29 de noviembre de 2012

... De la vida.

Si tuviera que elegir entre un beso tuyo y la vida misma, yo... bueno...

... sí. Digo: No. Bueno... eh... yo... gracias a Dios no tengo que elegir.

Manuel, ¿quién soy yo?

  ¿Quién soy yo? Si no es un conglomerado de sentimientos tuyos, Manuel.
  ¿Quién soy? Si no es tu risa, Manuel, tu aliento, tu fortaleza.
  ¿Quién, Manuel? ¿A quién me parezco?
  Si no es a la dicha de tenerte, a tu camisa celeste, a la dulce agonía de esperarte en pie de guerra.
  ¿Manuel?
  Desaparezco, Manuel, ven que me acabo, me muero: tu llegada me pulveriza.
  Eres eclipse y desde aquí luces lejano, insospechado.
  Ven, que no quepo, que no río, Manuel. Hazme saber que has vuelto.
  Responde, ¿quién soy yo, Manuel? ¿en quién transfiguro en tu ausencia?

martes, 27 de noviembre de 2012

Soy.

A tu lado, yo:

Soy una angustia rezagada, un aliento maligno. 
Soy la escultura y su escultor.
Soy el viento y soy marea. 
Soy tantas cosas, aquí, allá, donde quieras.
Soy porque me haces, porque nos hacemos.
Seremos.
Playa, montaña, bosque: soy y seré siempre.
Soy porque me nace, porque muero, por un pretexto.
Soy el misterio y me visto de negro.
Soy la herida lacerante, tu tercer costado, allí, pegada a tu cuerpo.
Soy esencia y perfume. Soy sólido y vapor.
Cálida y me congelo.
Soy y seré: perduraré.
Soy superficie y gravedad, aérea y terrestre.
Soy nada y me vuelvo todo. Me desintegras.
Soy tensión y relajación. 
Un cuerpo, masa, átomos o materia (quizá un conjunto de ellos).
Soy porque me haces ser: Infinita y estrecha; amplia y comedida.
Yo soy. 
Yo: seremos 

lunes, 26 de noviembre de 2012

... De la vida.

¿Y dónde quedaron las ganas de besarte?

domingo, 25 de noviembre de 2012

... y aún así.

... y aún así te espero
sentada en el sofá
al pie de la cama
rayando el concreto
contando los vacíos en mi cuerpo
llenando los huecos de tu ausencia.

... y aún así hago un espacio a mi lado para ti
en la cama
en la mesa
en la bañera
afuera, amor, donde nos pega el sol
adentro, allí, frente a la chimenea.

... y aún así te espero
asomando la cabeza por mi ventana
echando vistazos al garaje
acostada en el suelo
peinándome el cabello.

... y aún así te cedo de mi cobija
te digo: "buenas noches"
te preparo el café negro
te preparo el baño
compro el periódico
me pongo el conjunto negro y rojo

... y aún así no te veo.
No apareces.
No te asomas.
Te me pierdes.
Aún así,
aún y con esta adoración
tú no estás,
tú te vas.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Renaciendo.

    Y llegaste en el momento justo, cuando escapaba de la inminencia de perderme en el vacío de la frustración, cuando sin dejar huellas iba cruzando un camino sin rumbo, cuando en la angustia dejaba descansar mi espíritu. Llegaste cuando te necesitaba y no lo sabia, cuando mi batalla quise compartir, justo allí, tú llegaste: con tu sonrisa, con tu inocencia, con tu luz eterna, la luz divina, esa que alumbra y no alumbra, esa que es perfecta y no alardea, tu luz llena de inocencia e ilusión. Llegaste a mí cuando precisaba un apoyo, cuando necesitaba que me dijeran cuán maravillosa puedo ser, llegaste a llamarme "bella", "hermosa", llegaste para recordarme que existo, que respiro, que más cerca de lo que creo tú estás allí, para salvarme, para desechar mi pasado, mis penas, mis tristezas, ese amor no correspondido. Llegaste con tu ilusión a cuestas, con tu guitarra imaginaria, con tu energía aplastante, tu humildad y sencillez, con palabras bonitas, con un repentino amor a mi pasión por escribir. Llegaste ahora, y ahora es perfecto. Llegaste en el momento justo, cuando una lágrima rodaba por mi mejilla, cuando tus manos estaban cerca para secarla. Llegaste y, en tu llegada, sentí que también regresaban a mí las ganas de amar a un hombre, las ganas de amarte a ti.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Contigo o sin ti, da igual.

"No te vayas... vete"    

   Contigo no hay forma, no hay manera. Contigo la vida entera carece de ambigüedades  y ¿qué somos los mortales sin ambigüedades?, quizá desiertos, quizá abismos.
    Ya te lo he dicho, contigo no se puede, aunque no es ese mi problema, el conflicto está en que sin ti... bueno... sin ti tampoco puedo, tampoco podemos. Nada resulta.
   Soberano problema el mío, el nuestro, el de los que nos rodean. Contigo o sin ti: da igual, yo no puedo.
    Puedes irte o regresar. Puedes tocar a mi puerta o llamar. Puedes, mira, si te da la gana, abrazarme o desaparecer; igualmente no puedo, no me sale nada bien, todo eso te incluye o no lo hace. ¡Qué torpe, qué tonta!, contigo o sin ti, da igual y no lo da. Sea de noche o de día, da igual, o quizás no.
    Contigo, felicidad y desazón. Sin ti, felicidad y desazón.
   Puedes venir y quedarte; puedes irte y abandonarme. El caso es que: Contigo, mira... bueno... no: Igual no puedo, no hay manera. Tan sólo nos queremos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

... Curiosidades: ¡Quita la mirada de misericordia!

    Hoy volvieron a mirarme con esa cara de lástima y sorpresa cuando mencioné el hecho de que estudio dos carreras. La verdad es que el asunto hasta me da risa, aún no he llegado al nivel en que veo una cuerda y ya quiero guindarme del techo con ella. Aún estoy, se podría decir, consciente en todos los aspectos de mi vida, o al menos en la mayoría de ellos, yo qué sé...
    ... el asunto es que la siguiente pregunta después del odioso: ¿y tienes vida social?, siempre, SIEMPRE, será: ¿y tienes novio? A lo cual siempre respondo con sinceridad, aunque últimamente he estado pensando en ponerme creativa, no sé, inventarme una novela y contarla, quizá de esa manera la mirada de misericordia y piedad cambiaría a una que esté excitada o emocionada ante lo contado.
    Por ahora, el asunto sigue ocasionándome risa... y, por si acaso: Sí tengo vida social (sólo viernes, sábados y domingos, y entre semana cuando no es temporada de exámenes. Gracias).


Palabras van, palabras vienen.


      Es difícil empezar a hablarte cuando tus ojos señalan una inmensidad abrumadora y, aunque quisiera decir tantas cosas, parece que mi cuerpo se halla indispuesto para pautar el tan anhelado y pospuesto inicio.
       Te cuento, aquí en mi interior, palabras van, palabras vienen, pero ninguna queda. No digo que huyan de ti, a lo mejor es mi inexperiencia la que las ahuyenta. Ve tú a saber. Pero es que soy tan quisquillosa cuando se trata de ti, entonces, de manera deliberada, voy desechando las frases, las oraciones, tantas articulaciones, y tú entre pícaro y expectante esperas que yo dé el salto. ¿El salto? Sí, mira, quiero que entiendas eso, ¿sí? Lee con atención: Esto que hemos estado formando, cuando te dejé entrar a mi vida como algo más que un amigo, cuando me confesaste tus intenciones y yo no te alejé -como suelo hacer con otros hombres-, sino que procuré mantenerte atado a mí. Cuando te di entrada a mi casa, cuando estrechaste un saludo con mi padre y besaste la mejilla de mi mamá, todo esto es para mí muestra suficiente de ese remolino en reversa que siento arrasar en mi interior. Es por ello que a veces considero insuficientes mis palabras, no las  tuyas, pero trato de lidiar con ellas por ti, porque me importa.
      Mira, presta atención, aquí dentro de mí: palabras van, palabras vienen, pero es cuestión de tiempo mientras me acostumbro a tu presencia, mientras veo cómo de poquito en poquito tu mirada irá volviéndose necesaria, mientras siento tu mano alojarse en la mía, con cautela, pero sin poder ocultar las ansias.
      ¿Ves? ¿Ahora lo entiendes? A veces siento que tengo tantas cosas que decirte que no sé por dónde empezar, y temo que las dudas extiendan un vacío en tu pecho, que quizá te canses de mis balbuceos, de esa incertidumbre que deposito en ti. ¿Es notable ahora? Contigo, palabras van, palabras vienen, no puedo evitarlo, pero sí puedo esperar que la costumbre me haga hablarte con fluidez, mientras mis secretos transmutan para ser tuyos también. ¿Ya entiendes? 
      El caso es que, aunque no he dicho casi nada y tú has sido el motor que ha impulsado esta relación, debes saber que hay una confusión de sentimientos rondando en mi interior. Diariamente converso con ellos y juntos hemos llegado a la conclusión de que estoy lista, basta de tontos balbuceos, de palabras atascadas en mis labios, basta de todo eso. Hagamos que estas palabras se queden, porque así lo hemos decidido nosotros.

Una dedicación anónima.

... De la vida.

Mira, aquí en casa no dejan de preguntarme por ti, y desde la sala yo observo tu figura vislumbrarse en la pronunciación de tu nombre, ese que viene y va, pero suele quedarse hasta la noche, justo antes de irme a la cama.

martes, 20 de noviembre de 2012

La palabra con "S".

   La palabra con "S" guía tus impulsos, creo que siempre lo ha hecho. Esa palabra de cuatro letras marca la diferencia entre tú y yo, he allí nuestro problema.
   No hace falta que con tanto desespero busques en mí algo que sabes que no te daré, no por mi corta edad, no por mi inocencia -que creo que por ti ya hasta perdí-, tampoco por falta de tiempo o confianza, todo eso es irrelevante. Resulta que lo imperativo aquí es que sé muy bien que no soy importante en tu vida, y mira, escucha bien, idiota, mi embobamiento no ha llegado al punto de eclipsar mi sexto sentido; ese que entiende, ese que usa la lógica, el que avisa.
   Entiendo tu curiosidad ante lo nuevo, el ansia por lo prohibido, la incertidumbre por descubrirme de una forma que jamás imaginarías. Me hallas interesante, confusa, misteriosa. Al menos sé que te gusto en gran proporción, que de vez en cuando me piensas y te desgarran las ganas de conocerme un poco más a fondo. Quieres llegar a donde antes ningún hombre ha llegado, pero la presencia de la palabra con "S" me recuerda que a fin de cuentas eres hombre, y el misterio por descubrir no es mi sonrisa, sino las dimensiones de mi cuerpo, la extensión de mi espalda, la distancia de mis piernas, la simetría de mis caderas. Y tan sólo ahora lo sé.
   Hombre, no busques más en mí tus deseos, no pienso canalizar tus energías. Muérete de la curiosidad, pero, por lo que más quieras, no me alejes, no me dejes, sigue presumiendo mil misterios, especulando curvas, imaginando fantasías. Aquí, en nuestra intensidad, la palabra con "S" siempre será nuestra eterna compañera.

domingo, 18 de noviembre de 2012

... De la vida.

Todos tenemos un amor platónico...
                           ... justamente por eso de ser "platónico"

... De la vida.

No hay forma de perderte...

... ni buscarte. Ni encontrarte. 
¡Contigo no hay forma!

... Curiosidades: Eran celos, admítelo.

    Esa mañana el sol nos pegaba directamente en la cara, no recuerdo qué día de la semana era, pero las clases ya habían acabado y estábamos sentados en las gradas de la cancha de fútbol. Vestíamos el uniforme escolar característico para el último año: camisa beige, tú pantalón azul marino y yo la falda del mismo color. Se acercaba la hora del almuerzo y yo esperaba a que mi papá pasara por mí. Yo estaba sentada un poco más arriba y tú en el escalón siguiente. Tu espalda me daba la cara, aunque ya acontecidas veces me habías hecho saber lo importante que era yo para ti. 
    El silencio nos envolvía, ya no recuerdo qué hacía allí a solas contigo -siempre le huía a esa situación-, y la verdad es que tú parecías tranquilo, el simple hecho de tenerme cerca, aunque no habláramos, parecía que te mantenía en paz, para ti era suficiente, y yo tan indiferente.
    En ese momento mantenía una conversación por mensajes con un viejo amigo de la primaria, tú estabas enterado, no había por qué mentirte al respecto, ese muchacho con el que mantenía una conversación tan informal por celular, no era más que eso: un viejo amigo. Aún así, tú siempre habías estado renuente al papel que él jugaba en mi vida, de vez en cuando y como quien no quiere la cosa, tú emitías comentarios e indirectas en su contra, y yo tranquila, pacífica, tan sólo reía, para mí no había forma de que esa sencilla amistad causara celos en ti, puesto que a aquel muchacho no lo veía desde el 3er grado.
    La mañana transcurría en silencio, y recuerdo que en un momento decidiste sentarte a mi lado y empezar a leer mis mensajes, pensé: "No hay problema, no tengo nada que ocultar". Quizá mi indiferencia para contigo y para con él fue el problema, y es que no entiendo por qué, pero en ese momento mi amigo decidió jugarme una broma: "Yo siempre te voy a esperar", dijo, "para que lo tengas presente". Aunque el mensaje me desconcertó, tu actitud lo hizo aún más, recuerdo cómo cambió tu cara, pasó de estar tranquila por mi compañía a colapsarse de rabia ante lo leído. Me sentí abrumada, no podía creer que te hubieses molestado por eso, pero debes admitirlo, tú debes aceptarlo ahora mismo: tú no estabas molesto, tú estabas celoso. Eran celos. Recuerdo que decías que no eran celos, que en lo absoluto él te causaba esa emoción, pero ahora yo lo entiendo todo: lo tuyo esa mañana, fue un ataque de celos.
    Creo que fue la primera vez que me ignoraste, creo que fue la primera vez que callaste ante mí, creo que fue esa vez la primera en que yo tuve que irme a casa confundida, quizá con unas disculpas atragantadas en la garganta, pero no lo sentía así, no sentía que debía pedir perdón, no así, no por algo tan pueril.
    Recuerdo haber quedado en silencio y lentamente ponerme de pie para irme lejos de ti, estaba dividida entre tus celos y mi irrevocable idea de que no tenían fundamento. Mientras caminaba, otro mensaje llegó a mi celular: "Veo que no has respondido. Si mi mensaje te incomodó, disculpa, todo era un juego...". Casi me volteo y te grito desde donde estaba: "¿Ves, idiota? ¡Todo era un juego!", pero no lo hice y gracias a Dios fue así.

viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Cónchale, no es ni mediodía!

    Detesto que vengas tú a hablarme y que de que "estás muy ocupada", no haces nada, no trabajas, el vago de la escquina podría ser tu amigo, te da lo mismo el dinero, lo gastas, no inviertes, y todos los demás somos unos idiotas. Detesto eso de que nunca estás satisfecho, mira, tú te quejas y yo me quejo, tú gritas y yo grito, tus rabias las pagas conmigo, soy una especie de esponja, absorbo tu mal humor y mi cuerpo te detesta. Mira bien la hora, asómate por la ventana, no es ni mediodía y ya estás de regreso en la cama, y aquí los mortales, los que nos partimos la espalda estudiando o trabajando, somos tan "superficiales", y tú detectas esos momentos en los que debes usar la cabeza, y huyes atormentado, y yo pienso: "Si vas a hacer algo, ¡cónchale! ¡Házlo bien!". Resulta que no me da risa una mala nota, eso me saca de quicio, me decepciona, sé que puedo dar más. Resulta que no es gracioso que te burles de un animal. Resulta que uno quiere salir a la calle y no aguantarse al intento de guardia sádico que hay frente al Banco. Detesto eso. Detesto que todo te ponga de mal humor, que me digas que no. Mira, ya medio mundo sabe que crees que estás súper buenísima, ok: Supérate. Detesto que la tipa esa que atiende se mire las uñas y ponga mala cara: "¡Dos palabras, mi linda! ¡No es tan complicado! ¡Buenos días, chama, buenos días!". Detesto que, encima de todo, tenga yo que sufrir por amor. Mira, ya tengo bastante: los problemas en casa, la Universidad, que si me va a quedar tal materia y me he roto el lomo para los estúpidos exámenes, que si tengo que hacer comida, que si mi profesor es un irresponsable, que si hago un amigo y el tonto ya cree que nos casaremos dentro de tres años; mira, no es ni mediodía y ya mi noche se me hace insoportable. No es ni mediodía y me da tedio pensar en qué pasará mañana. ¡Cónchale! Detesto tu mal humor, es como un virus, flota en el aire: ¡Relájate! 

Esos días en que quieres morder, golpear o quizá empujar por una barranco a toda aquella alma inocente que se te atraviese por tu malhumorado camino,
todo eso, 
antes del mediodía.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Es cuestión de lógica.

    

    Para ti es oportuno y necesario el Te quiero, en cualquier momento, en cualquier espacio. Para ti todo debería ser a tu gusto y disfrute, que si los dos en la terraza, que si un encuentro nocturno, que si "solitos" los dos besándonos... y yo: "Está bien". Y tú: "Qué seca". Y yo: "... pero he dicho que sí quiero". Y tú: "Es sólo la forma en que lo dices". Y mi cabeza pensando: "O sea, ¿quién es la mujer de la relación? ¿tú o yo?". Pero ¡qué va!, el caso perdido está si se trata de encontrarte cuando te necesito, o cuando la urgencia de tenerte me hunde en el vacío de mi almohada. Es que no hay forma de llenar las lagunas de tus misterios, ni con estas ganas inmensas ni el empeño de mi obsesión. No hay forma. 
    Para ti sigue resultando propicio el encuentro mil veces pautado, y lo peor del asunto es que las ganas no se friegan, no aminoran, como que las desgraciadas aumentan en proporción, aumentan en decibeles, en potencias ensordecedoras, en ondas súpersonicas, ¡yo qué sé!, pero la urgencia del verano pasado admite un desequilibrio mental, como que sí, como que ajam... ¡epa! algo no anda bien por aquí. Como que haces falta, como que dependo de esa masa amorfa que es un beso tuyo. Como que aquí la desolación me va acabando y el Te quiero te va odiando, y la terraza se cae a pedazos y ya yo no soy seca, sino que me evaporo. No existo. La urgencia escala por mi espalda, llega hasta mi cara y pellizca mis mejillas sonrojadas. Y yo: "Te quiero, sí, sí, como sea. Te quiero mucho, te quiero un millón, te quiero un Universo entero, pero ¡APARECE!". Y tú: "Qué seca". Y yo: "... pero si acabo de decirte que Te quiero". Y tú: "Es sólo la forma en que lo dices".

martes, 13 de noviembre de 2012

... De la vida.

Palabras, ¿qué hago con ellas, si en el silencio de mi corazón puedo interpretarte un monólogo entero?

Púgil de almas.

   Debo decir que su sonrisa noqueó mi alma entera, mientras pedacito a pedacito yo iba recogiendo por quintogésima vez los restos de mi vida pasada.
   A él la danza le favorecía los pies y el combate amoldaba su espalda, no había un ayer ni un mañana, para ese hombre todo era el hoy. Hoy vuelvo a noquearte el alma, te beso y juntos descubrimos qué viene después. Hoy nos escapamos. Hoy la luna y el sol en un par de horas. Hoy una montaña y la playa, un ángel y un demonio. Hoy amarillo, azul y rojo. Hoy el frío quema. Con él todo es posible hoy. Con él la noche y el día convergen. Con él las cuatro estaciones se entremezclan y las azucenas y las rosas, los tulipanes y girasoles, con él: Todos florecen. Con él hay llanto y alegría, miseria y riqueza. Ese hombre, con su sonrisa que noquea, lo puede todo.
   Él lo hace todo posible y aquí su amada observa expectante. Ella observa con ansias a que llegue su momento...
   ... momento de que su amor, ante los ojos de ese hombre, se haga posible, tanto como si el cielo y el infierno intercambiaran saludos formales.

Esos hombres que parece que con su sonrisa ya tienen el mundo ganado...
... y un par de anhelantes pretendientes por allí.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Muchacho impulsivo

     

    Resulta que tú y yo somos muy diferentes, y aún así el destino decidió nuestro encuentro. Hablando de destino, ¿sabías que la palabra "Destino" proviene del verbo latín "destinare", término usado en el tiro al blanco para referirse a la "meta"? Paulatinamente, eso se convirtió en "hado", es decir, una fuerza incambiable que determina lo que pasará en el futuro. Yo creo que eso fue lo que nos pasó, ese círculo vicioso de hablarte y sentir que de lejos tú podías escuchar siquiera el eco de mi voz... y sí, te hablo a ti, muchacho impulsivo, a ti que te escucho en la voz de Syd Barret, a ti que te gusta conocer la historia de todo y has compartido conmigo tus gustos, esos tan contrarios a los míos.
    Solías adular mi sencillez, pero para disimular luego venías y me tildabas de fría e inexpresiva. Cosas sencillas, muchacho impulsivo, cosas que me gusta recordar. Hey, pero te informo, hay quienes encuentran confort en el frío, tanto así como hay quienes sintonizan History Channel y le encuentran lo divertido, ¡já!, ¿sabías tú que History fue estrenado el 1 de enero de 1995 en Estados Unidos?, quizá no lo sabías.
    Esto no es para recordarte -ya que no hacen falta cosas materiales-, esto es un homenaje a nuestra extraña amistad, la nocturna, la que madrugaba, la que en espera del encuentro se frustraba. Esto es para ti, muchacho impulsivo, una pequeña muestra de lo que percibo de ti, de tu historia, de tus sonrisas y sus motivos, porque tú apareces dibujado o desdibujado en tantas cosas superficiales, siendo tú tan real. Tú en la fotografía. Tú escuchando a Pink Floyd. Tú en la historia del arte. Tú en el impulso que me trago. Tú, siempre tú, interpretando decididamente tu papel. Artístico, apasionado, ¿cómo hago? Si es fácil encontrarte en las palabras más bonitas del diccionario, y, aunque lo he intentado, no logro hallarte en lo misterioso, porque siento que me has mostrado tu verdadera essentia. Aspirante a músico sin disciplina, fotógrafo de tradición, ¿te cuento un secreto? Es el destino el que nos unió...

... o quizás fue un impulso de esos, tan tuyos.

Para Jesús Daniel "Dani", 
de Angelica.


 Pink Floyd - "Wish you were here"
Nota del autor: ¡Qué cosa más difícil de escribir!


    

De regreso a mi estrella.



Tú llegas, asaltas una de mis tardes con tu sonrisa y yo sumisa te doy la bienvenida. Si supieras cómo brillan tus ojos desde donde te veo surgir: casi como linternas, casi como faros. Sencillamente, no hay forma de perderme un instante de ti. Es entonces cuando nos posamos frente a frente y tú bajas la mirada hasta mi menuda presencia, respirando casi con tedio, no haciendo nada, y así, con desinterés, enviándome de regreso a mi estrella. Y yo pienso: "¿Cuándo lo conquistará mi entusiasmo? ¿cuándo valorará mi empeño?, si, mientras tanto, él continúa resultando confuso, siempre sonriendo con la tentación de lo intocable. Él seguirá alentándome a intentarlo una vez más, y otra; aunque, como de costumbre, me enviará de regreso a mi estrella, Y YO SUMISA, TRANQUILA, lo veré sonreírme de nuevo desde la cima del Universo, desde donde parece posible enamorarlo y su maldad no me toca.

martes, 6 de noviembre de 2012

Todo lo que termine en "mente"...

Así, lentamente, voy a darte mi corazón.
Así, sutilmente, sin apuros, sin tabúes te entrego mi amor.
Así, con firmeza, te arrebato la exhalación. Así, con certeza, tú has indagado mi alma entera.
Así, pacíficamente, te confío el primer beso, amor.
Así, como si nada, pausada y metódicamente, tú has llegado y a mis labios has secuestrado.
Así, misterioso, cauteloso, meticuloso, arrasaste voluntades, acabaste muros de fuego, derrumbaste castillos de oro y has entrado en mí. Has puesto tu trono.
Así, sutil, en contra de todos.
Así, te vi, infinitamente tan, tan, tan de mí.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Ojos verdes.

    

    Tú allá y yo aquí. 
   Debes saber que, mientras tanto, mi vida sigue igual, aunque confieso temer al día de vernos, ¿cuántas posibilidades hay de verte una vez y no extrañarte el resto del año? Tú ya sabes mi miedo, y ahora, dime tú, ¿cuál es el tuyo, ojos verdes?
   He decidido quedarme en tu vida, aunque la distancia ocasione leves molestias a mis cinco sentidos, y es que cuatro de ellos están negados de ti. No te veo. No te escucho. No te siento cerca. No percibo tu fragancia, ¿cómo es? ¿podrías tú describir tu olor? No digas que no. ¿Y si te lo pido hablando inglés británico o mientras te cuento mi día?
   Yo te digo: "Ojos verdes", y tú sueltas un suspiro, y en esa sensibilidad veo la distancia recortarse un poco, de pronto me doy cuenta que llegué a ti con una carga y ahora me siento más ligera, y las aves vuelan, y el sol que me alumbra, de repente entiendo que es el mismo que te alumbra a ti, ese mismo que proyecta tus ojos en mi pared, como una película casera, con un hip hop sonando de fondo. Así... lentamente, voy sintiendo que ya no estamos tan lejos, te siento más cerca de mí, ¿tú no?
    Tomemos esa distancia y desechémosla, que haces falta en la mañana, en la tarde y en la noche. Haces falta cuando llueve, cuando acampa, cuando de repente te busco y no te hallo y en mi temor apareces con un "Ale", con un "bella", y siento esos 450 Km disminuir. "Tú eres como un príncipe, ojos verdes", la distancia es sólo cuestión de tiempo.
    Con gusto te invito a conocer mis ojos castaños, los inocentes, los "cuchis", los que aún esperan encontrarte frente a ellos.

Para Daniel, de Ale.

(malnacida distancia, tu existencia me sofoca)

jueves, 1 de noviembre de 2012

Suicidio.

    El problema es que de vez en cuando te pierdo entre la gente y, desde donde te observo con sigilo, el calor consume ideas y frustra planes. Es un suicidio constante buscarte, cuando siempre te he considerado un alma libre. Parece ser importante para mi cama que de vez en cuando tú la visites, tú la llenes.
    Aquí no se trata precisamente de la rutina ni la costumbre, que los lunes llegabas cansado de la universidad y te sumergías en tus cosas sin dejarme paso, no. Aquí no se trata de la comida para dos abandonada en el microondas, no, para nada. Mucho menos este tema va a la par con el de tu ropa ausente, de nuevo te equivocas. Todo este asunto es problemático, afecta mi vida entera. No puedo estudiar. No me dejas ser quien era.
    Pero claro, debía "dejarte ir".
    Aquí en la realidad, la única opción es escribirte. Confrontar a los autores silentes. Tener un tú a tú con la cruda soledad. Quizás esperar. De vez en cuando esperar. Y, mientras tanto, la cama seguirá esperando,  la comida desintegrándose, la casa cayéndose a pedazos; y tú: Tú en tus zapatos.

A tu manera.

Me gusta más a tu manera
tu manera de buscarme y sigiloso encontrarme
tu manera de besarme y con picardía sujetarme.

Me gusta más a tu manera

cómo sostienes mi mano, cómo enlazas nuestros dedos
Me gusta cuando dices: "Hagámoslo a mi manera" y,
a continuación, es a tu manera como nos amamos.

Es a tu manera este mundo

sólo sobrevive quien no contradice reglas
Me gusta más a tu manera
tu manera de sonreírme y silencioso arroparme
tu manera de emular el quinto beso como si fuera el primero
tu manera de ilusionarme y cuidadoso abrazarme.

Me gusta más a tu manera.


Este poema va dedicado a la primera persona que lo leyó.
Para ti, será siempre inédito: José C.

lunes, 29 de octubre de 2012

... De la vida.

"Si no buscas, no encuentras"

... y yo que, sin andar buscándote, te encontré.

Un boleto con rumbo a su galaxia.

   
   Y así de poquito en poquito, él va creando un mundo, dos mundos, mil mundos; todos ellos a base de sueños y empeño. Desde la realidad que tanto odia, yo lo observo jugar con el reloj: retrocede un minuto, adelanta un par, detiene el tiempo; y es allí cuando su íntimo juego es compartido conmigo en secreto... pero...
   ... Shhh, no le digan que lo observo, quizá cierre la ventana. Quizá me deje fuera, desde donde no observo su castillo formarse con cautela, y los caballeros y las damiselas, con sus tronos de plástico y sus carros rojos. No le cuenten, no le digan, quizá decida ser aún más lejano, mudarse a otro planeta, desde donde mamá no pueda observar en silencio cómo él va formando un camino al bosque y de regreso a la montaña de los soldados verdes. Poquito a poquito. Con cuidado, mi niño. Con cautela, desde tu puerta...
   ... pero Shhh, no le cuenten, no le digan que su mundo no es tan secreto, que mamá compró boletos a su galaxia.

De una madre para su hijo:
Ese pequeño "creador de mundos",
ese inocente artista plástico,
ese inmutable arquitecto.

sábado, 27 de octubre de 2012

... De la vida.

A este amor controversial le debo el hecho de certificar que no estoy loca, que, más aún, sé, acepto y comprendo que amarlo está prohibido y es pecado.

Tan de repente.

    Y es allí en ese instante, cuando tus palabras dejo de oír, cuando el silencio secuestra la casa y cada quien ocupa una habitación distinta, es allí cuando temo lo inminente, es allí cuando, tan de repente y sin antelación, una lágrima hace su visita.
    Y es allí en la tranquilidad que ensordece, en la agonía de la calma, cuando los ánimos no dan para sacarte una sonrisa, es allí cuando siento miedo de perderlo todo, de perderte a ti en el tiempo y las vicisitudes, en la vida misma que consume cuerpos y mentes, así... tan de repente.
    Y es allí, cuando te busco en la casa y la casa te esconde de mí, cuando sobre cada cama hay alguien que llora a escondidas, cuando las caras hacen el esfuerzo por no ser falsas, es allí, justo allí donde el mundo entero se me viene encima, así... tan de repente, tan sin anestesia... tan parecido a tu ausencia.


... aquí, contengo lágrimas,
lágrimas que cuentan mil historias,
otro par de lágrimas a causa tuya.

jueves, 25 de octubre de 2012

Te echo de menos.

Haces falta y duele ver cómo te vas
aquí no florece la primavera
aquí no caen hojas del otoño
aquí está vacío.

Hace falta tu amor indómito
tu amor sin fractura
tu amor que no se quiebra, 
que tanto me llena.

Haces falta y duele ver que ya no estás
y yo espero que mi espera no se frustre
que el dolor no sea tan grave
que de repente amanezca y te encuentre.

Haces falta y duele ver cómo te alejas
cómo me dejas una herida
cómo me dejas sin salida

Aquí no sale el sol del verano
Aquí no nieva el invierno
Aquí está vacío
Aquí no estás .

...tú sabes que es para ti.





martes, 23 de octubre de 2012

... De la vida.

El problema con ese hombre es que él siempre sabe qué decir, y yo nunca sé qué responder.

domingo, 21 de octubre de 2012

Tu guarida.

- Dame una razón... ¡una razón para no tomar todas mis cosas ahora mismo e irme!

- Podría decirte que te amo y no quiero que te vayas,

pero eso ya lo sabes. 
"Entonces sólo queda decirte que aquí,
en este espacio, donde tú danzas todas las mañanas
donde despliegas mi alma como alfombra para verte caminar sobre ella
donde me enseñaste a decir tantas veces ¡sí!
donde rompiste mi camisa favorita
y adheriste tu perfume a todos los cojines y los muebles de madera,
debo decir que es aquí donde tú debes estar
porque este lugar lo hiciste tú
este lugar lo hiciste tuyo
este lugar es tuyo. 
Todos los muebles son tuyos
la cama es tuya
el escritorio es tuyo
la cocina es tuya
la bañera es tuya
yo, otro objeto más de este espacio, soy tuyo.
En conclusión,
es imposible que tomes todas tus cosas ahora mismo y te vayas
¡son muchas! ¡son pesadas!
y una de esas cosas, en especial,
se niega a abandonar este lugar.
Geográficamente hablando, mujer,
yo soy tu guarida. 

Ahórrate tal trabajo... y ahórrame tal dolor.

Pero, si esto no ha sido suficiente para ti,
debo decir que te amo, 
te amo infinitamente
y no quiero que te vayas".

Palabras inconclusas.

    Tú dices: "La niña tiene cara de libro" y el filósofo viene y dice algo todo compuesto, súper profundo, como para dejarte pensando: "La vida es vida cuando tú decidas cómo vivir eso que tantos llaman vida"; y resuena en la radio la misma canción de las cuatro. Mientras él pregunta: "¿Qué hora es?" y ella insulta, cito, al: -malnacido sol de miermana-, en eso Benedetti me habla de "pretextos", y en la línea telefónica alguien dice que mi saldo es insuficiente; y regreso a la realidad sin ti, enciendo el televisor (quizá pueda perderte allí), sintonizo el canal de las noticias, tomo de mi taza de café, el del noticiero anuncia terremoto en China, maremoto en Japón, incendio forestal en un bosque de Seattle, protesta contra el abuso animal y en Europa sigue la crisis económica. Resuena la puerta, mi vecina suplica por azúcar, voy, le doy el azúcar y desde el sillón mi gato maúlla, como quejándose del sueño; la puerta se abre y el chillido resuena en mi cabeza, entra mi madre y me lanza uno de esos regaños en antesala al castigo, lástima que ella no sabe que sólo una cosa puede arrebatarme para lograr lastimarme así tipo profundo (como diría el filósofo), lástima que esa cosa no le pertenece, lástima que esa cosa es una persona. Mamá se va, camino a la ventana y al fin tengo un segundo de tranquilidad, ignorando el sonido de la ciudad, me doy cuenta que no he dejado de pensar en que "la niña tiene cara de libro".

Este va dedicado a mi querido colega, José Alfredo.
¡¡Feliz cumpleaños!!

jueves, 18 de octubre de 2012

Enamorada de ti.

Qué hermoso es redescubrir el mundo a tu lado, pasar la tarde haciendo nada, pero a tu lado, creer que la noche jamás llegará y esperar el resto de la madrugada a que suene mi celular.
Qué hermoso es empezar un nuevo año enamorada, y más cuando nunca lo habías podido experimentar. Es bello sonreír sin causa aparente, pasar el día entre recuerdos que tú protagonizas y no guardar ningún secreto.
Honestamente, qué hermoso es estar enamorada de ti, ¡jamás se había sentido tan bien perder el tiempo!

sábado, 13 de octubre de 2012

... y yo llamándome Alana.

    Me hallo actualizando el repertorio de canciones, resulta que hoy supe de ti después de encontrarte hasta en la marca de mis zapatos... y yo llamándome Alana, ¿dónde encontrarías tú mi nombre? ¿qué taller mecánico puede llamarse "El taller de Alana"? o, siquiera, ¿qué panadería, qué salón de fiesta, qué personaje de dibujos animados? ¡Ninguno! ¿Alana? ¡Por Dios! 
    Tu nombre y el mío se parecen un poco, pero no lo suficiente, es por ello que lanzo al viento las posibilidades de encontrarte a donde mire, y como que el viento me odia, porque te devuelve a mí como por venganza... y yo llamándome Alana. Seguro estoy entre las primeras de tu lista de contactos, pero tú eres ciego ante el recuerdo de "la muchacha del piano", y de nuevo sólo quedo yo, refunfuñando en el carro cuando una calle lleva tu apellido; refunfuñando mientras veo televisión, porque un personaje lleva tu nombre; refunfuñando en la Universidad, porque alguien, ¡no sé quién es el desgraciado!, tiene tu mismo automóvil; y eso me deja exhausta. Todo ese remolino de señales, esa embrollo de recuerdos tuyos que no cesan y me ponen de mal humor, todo tú, lo poco que sé de ti y me rodea, todo eso me deja un sábado como hoy actualizando el repertorio de canciones y deseando llamarme MARÍA, para que me encuentres hasta sin percatarte, en un descuido.

viernes, 12 de octubre de 2012

Te dedico mis cinco sentidos.

    Tú me sabes a una dulce y jugosa granada, hueles a playa margariteña, el sol zuliano quemó tu espalda y suenas idéntico a una salsa cubana. A ti te encuentro en el sombrero de Blades, en los hielos de un vaso de whisky, a veces también en la mirada de pescadores y ahora suenas a un reggae de Marley, a tu adolescencia hueles, persiguiendo una vaca te imagino. A ti también te encuentro en el borde incipiente de las montañas que de tu mano conocí en mi niñez. Tú eres un pescado frito y la cena a las ocho de la noche, hueles a perfume caro, a fotos antiguas, tienes dotes de mecánico, fotógrafo, doctor y consejero, y mientras tanto suenas a un par de maracas, eres música y mi teclado, y de vez en cuando te digo Te amo, y es que tú eres ese: "Te amo tanto, papá", y también pollo frito y plátano pintón.

Dedicado a mi gordo bello,
esta es tu esencia, papi. 
Te amo infinitamente.

miércoles, 10 de octubre de 2012

... De la vida.

Confiar es sano, pero deja de serlo muy rápido.

... Curiosidades: Nuestra pequeña victoria de esta tarde.

   Era poco más después de la hora de almuerzo, he roto algunos récords en cuanto a lo de "comer rápido" se refiere. Resulta que decidí estudiar dos carreras y mis días en la actualidad son un constante y vertiginoso ajetreo diario, pero no pasaría tales dolores de cabeza y exigencias si el asunto no me gustara. Me gusta estar en movimiento, siempre que no tenga sueño y haya comido lo suficiente, claro.
   Mi hermana y yo llegamos a la calle justo a la hora en que se suponía que el bus hacía su parada, pero he debido de tomar una foto de nuestras caras cuando vimos al tan famoso bus pasar frente a nosotras con su acostumbrada velocidad, seguro por debajo de los 60 km/h y gimiendo casi como si allí en el motor un gato estuviera muriendo asfixiado por el aplastante calor marabino. Mi hermana y yo nos tomamos de la mano y en señal de "¿y ahora qué?", nos dimos un fuerte apretón; lo primero que pensé fue: -¡No dejaré que ese bus me deje aquí en medio de la calle!-, y lo siguiente sin dudas fue algo digno de ver: empezamos a correr, intentando mantener nuestro bolso aún sobre nuestros hombros y controlando desesperadamente la respiración, mientras el corazón como que había decidido de un momento a otro hacer bailoterapia en nuestro pecho; el sudor salpicaba nuestras nucas y, cuando tocó atravesar la  calle, agradecí el hecho de que el semáforo luciera un reluciente rojo. En ese momento hubiera querido ser uno de esos chóferes de los carritos por puesto, que desde su ventanilla y con expresión jocosa, lo observan todo y no se pierden de nada. ¿Cómo habremos lucido mi hermana y yo ante sus ojos bañados de pericia? 
   Recuerdo ahora que, en el fragmento de segundo que pasamos entre la incertidumbre y el impulso de dar la carrera de nuestras vidas, un señor se percató de nuestra tragedia, y como todo caballero nos hizo un favor que, puedo asegurarles, valió la asistencia a nuestras clases y unos cuantos billetes ahorrados en nuestros bolsillos estudiantiles: ese hombre empezó a silbar con fuerza, propinándonos de esa manera el grato alivio de ver al desgraciado bus detenerse para recoger a sus agitadas pasajeras.
   Cuando subimos allí y nos vimos sujetas con firmeza a las barandas de los asientos (ya que no había puesto), por un momento nos olvidamos del despiadado calor que te da ganas de suicidarte, y el contacto ajeno de personas que en tu vida has visto y en tu vida volverás a ver, por un momento nos olvidamos de eso y sólo reímos, reímos incrédulas, agradecidas y, sobre todo, ¡victoriosas!

- ¿Ese señor silbaba así para detener el bus para nosotras?- le pregunté ingenuamente a mi hermana.

   Ella calmó sus carcajadas y esta vez sonrió llena de satisfacción:

- Sí, seguro- me dijo-. Olvidamos decirle gracias...

- Sí...- murmuré-. Es cierto.


viernes, 5 de octubre de 2012

El guitarrista.




  Tócame como a tu guitarra, confíame la historia tras tus canciones, y lentamente sedúceme, será fácil verme caer con cautela sobre tus manos y entre las notas; sobre las cuerdas y entre acordes, los mayores, los menores, pero siempre cerca de ti: Música elemental, música que enamora. Tócame sin medida. 
  Al guitarrista hay que verlo mientras toca. "Seamos juntos un arpegio", se me antoja proponerle, pero él luce tan independiente, tan rebelde, y aquí otra admiradora más se debate entre el misterio y lo intangible. El guitarrista no entiende que enamora, ¡ese es el problema! 
  Entonces tócame como tocarías tu canción favorita... y sino tienes una: que sea yo desde ahora tu preferida; pero tócame, tócame como tocarías la primera canción que aprendiste, y lentamente desliza tus dedos sobre el mástil, sé el guitarrista apasionado, sé el músico incomprendido, el hombre nocturno, ¡quiéreme como a tu instrumento!, y lentamente sedúceme. LENTAMENTE, sucumbe ante mi admiración.
  El guitarrista no entiende que enamora, no sabe, no es adrede.

martes, 2 de octubre de 2012

Tu instinto.



     Escala pues entre los dedos de mis pies, ni tan frío, ni tan caliente. Usa pues, tu tibieza, adelántate a mi respuesta y que sea la tuya tu instinto: dulce vencedor nocturno, que descansa en mi almohada y en medio de la noche me quita el aliento. 
     Comienza pues a suplicar, veo tus pupilas ansiosas golpetear la cinta de mi sostén, pero de nuevo recuerdas tus verdaderas intenciones; yo, mientras tanto,  casi descubro el secreto de tus manos, acallas  sus peticiones, me miras asustado, como preguntándote: ¿qué hago contigo, mujer? ¿qué haces conmigo, mujer?
     Mientras yo sujeto la esperanza de que olvides la pregunta y nerviosamente acepto lo inminente: Yo sé que eres hombre y necesitas sentir, pero ¿qué hago si mi piel a medias se te esconde y a medias te saluda? ¿qué hago si mi superficie le huye a la tuya?
     Anda pues, exhala las caricias. Inhala el deseo inevitable de tu género. Percibo la tensión de tu espalda, la clavícula resalta... tu mano se aproxima por sobre la mesa, lentamente, tambaleante: viene y va tu mano nerviosa. Se desliza sobre el mantel, con cuidado. Mi propia mano allí desprotegida, la tuya acecha con duda... el tacto se aproxima...
     ... pero, no estoy lista para robarte la exhalación.
     Regresa, pues, la cinta a mi hombro, sigue desvelando la madrugada.  Mientras esto continúe así: Ignora tu instinto, pero ¡eso sí! que él no se entretenga con quien esté dispuesta a regalarle un saludo cordial.


Escribí este poema mientras escuchaba una canción, cosa que no suelo hacer, pero resulta que no vivo sola y hay quienes no paran de ver series en Warner...
Tráeme la noche - Soda Stereo, tributo a The Police.
(me la recomendaron ayer y ya la he escuchado treinta veces)

lunes, 1 de octubre de 2012

... De la vida.

Yo al menos hago el intento de escribir, 
y tú, ¿tú qué haces?

domingo, 30 de septiembre de 2012

Del odio al amor.

Lo que sé de ti es suficiente como para desenamorarme, pero en cambio vivo a cada rato enamorándome más y más de ti. Arrastra pues este cuerpo sumiso al olvido, o dame un beso y libérame de la miseria de tu amor. Lo que pienso de ti traspasa barreras: idiota y todo; mentiroso como nadie; manipulador y mujeriego, con todo y eso, voy yo y te quiero.

Tus defectos incrementan mi amor, 
porque siempre estoy esperando 
que seas quien espero y aspiro.

jueves, 27 de septiembre de 2012

... De la vida.

Quiero que sepan que no me siento bien...
Estoy mal, quizá desde hace mucho tiempo lo estoy y no me había dado cuenta. No funciono bien.

Tristeza, haz lo que quieras conmigo.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

... De la vida.

Siempre soy yo quien te recuerda que me olvidaste, y respecto a eso: 
Ya empiezo a cansarme.

domingo, 23 de septiembre de 2012

... De la vida.

Un hombre que sepa a poesía, que huela a libro antiguo y recite un famoso poema. 
Ese hombre: ¡Qué delicia!

Tan definitiva, esa noche.

    No era real tu mirada esa noche, no se aproximaba mi intachable felicidad a la que podría haberme dado un hombre que estuviera dispuesto -en serio dispuesto- a darlo todo por mí. Esa noche mi escondite fuiste tú y hoy sigue siendo efectivo considerarte mi más profundo secreto, mi más vergonzante historia, el motor que impulsa acciones que no nacen del cerebro ni de la lógica, sino del corazón y su intuición; y me siento morir cada vez que la espera se frustra, cada vez que reconozco que no te importo tanto, siquiera un poco. Siento morir cuando entiendo que las promesas que me haces no son tan importantes como para esforzarte por cumplirlas, y de allí derivan otras lágrimas atascadas en mi orgullo, incrementando la profundidad de mi tristeza, golpeteando las puertas del alma para encontrar una salida, la más fácil, la más sencilla escapatoria... pero no consumo alcohol, no escucho música de desamor, entonces ¿cómo? ¡¿cómo vivo el despecho decentemente?! Quizá la respuesta sea recordando... siempre recordándote.
      Esa noche tus labios sabían a cerveza y traición, pero no me importó, te di ese beso llena de pura pasión.

viernes, 21 de septiembre de 2012

... Curiosidades: Frases como mandadas del cielo.

Necesitas un impulso y una de esas imágenes de Facebook aparece frente a ti, diciendo todo aquello que necesitabas oír, ¡qué ironía!
La mía decía: 

¿Por qué complicarse la vida?
Si extrañas a alguien... ¡Llama!
Sólo tienes una vida, no la compliques.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¡Qué poeta ni qué nada!

Me gusta leer y escribir: Leo tu mirada y le escribo un poema.
Si se escapan tus lágrimas, las recogo, juego con ellas y les escribo un poema.
Conozco tu sonrisa, pero no sus motivos. 
Invento una historia, la escribo, le hago un libro.
Si la música deja de sonar, secuestro el silencio, escribo un poema y grito.
Si sueltas un suspiro, se lo robo al aire, le estampo un verso y lo libero.
Vuela el suspiro como ave, reinventado, ¡capaz vuela el suspiro! No cualquiera inspira un poema, no cualquiera se viste de musa.
Por allí te sentí cálido en mi cintura. En la noche, cuando esté sola, plasmo el sentimiento en una hoja.
Si es en cambio un frío sentimiento, lo alejo de ti, lo destruyo y desecho; resulta que no es hermoso el poema, cuando el sentimiento del que nace no es bueno.
Si es un te quiero, incipiente y reciente, proveniente de tus labios sinceros: Lo tomo, me lo quedo. Pienso en él cada noche, y cada día le escribo un poema.
Si son tus besos -seré directa esta vez-: les escribo un poema.
_______________________________________________
diccionario

Poeta: Persona que compone obras poéticas.

  Componer:  Formar una cosa juntando y ordenando varias.

 ¡Se ha develado el misterio!

No soy yo la poeta, es él el verdadero artista.
Es él quien compone, quien forma, quien junta razones como un niño, como un pillo.
Yo sólo soy objeto de su existencia.

... ¿qué sería de mis escritos sin él?
Creo que nada.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Conversando contigo.

    
   No deberían tratar de mi cuerpo y el tuyo nuestras conversaciones, ni de holas sin chaos y preguntas sin respuesta;, mas bien, deberíamos hablar del clima, de cuando lanzas una mirada de soslayo al balcón, de allí ¿qué es lo que llama tu atención? Háblame de la camisa que llevas puesta, de tu perfume, da la respuesta al qué haces y dime qué hacías. De repente, censura mi curiosidad con un beso escrito, eso es tan de ti, que no me molesta si luego haces mención de mis caderas. 
   No deberían tratar de promesas sin cumplir nuestras conversaciones, estampa en mi cabeza mil ilusiones, esas parecen más reales que las promesas. Por otro lado, deléitame con la música que escuchas, critica un poema de mi Blog, pregúntame si me gusta la posición del sol, interrumpe mi madrugada, desvela mi alma con una conversación, de repente que no haya hora en tu reloj, y el mío se colme de segundos. De repente que no haya meses en tu almanaque y el mío se desborde de días. Deberíamos hablar de cuando éramos bebés, la primera vez que vimos el sol ponerse, cuando jugábamos con el eco de una habitación vacía. Tú, haz que sonría, róbame la luz de mi lámpara encendida; enamórame a punta de intercambiar ideas, enamórame mientras me vas contando tus odiseas.

domingo, 16 de septiembre de 2012

... De la vida.

¡Vamos! ¡Anda, no seas malo!
Vamos a complicarlo todo con un te amo.