lunes, 29 de octubre de 2012

... De la vida.

"Si no buscas, no encuentras"

... y yo que, sin andar buscándote, te encontré.

Un boleto con rumbo a su galaxia.

   
   Y así de poquito en poquito, él va creando un mundo, dos mundos, mil mundos; todos ellos a base de sueños y empeño. Desde la realidad que tanto odia, yo lo observo jugar con el reloj: retrocede un minuto, adelanta un par, detiene el tiempo; y es allí cuando su íntimo juego es compartido conmigo en secreto... pero...
   ... Shhh, no le digan que lo observo, quizá cierre la ventana. Quizá me deje fuera, desde donde no observo su castillo formarse con cautela, y los caballeros y las damiselas, con sus tronos de plástico y sus carros rojos. No le cuenten, no le digan, quizá decida ser aún más lejano, mudarse a otro planeta, desde donde mamá no pueda observar en silencio cómo él va formando un camino al bosque y de regreso a la montaña de los soldados verdes. Poquito a poquito. Con cuidado, mi niño. Con cautela, desde tu puerta...
   ... pero Shhh, no le cuenten, no le digan que su mundo no es tan secreto, que mamá compró boletos a su galaxia.

De una madre para su hijo:
Ese pequeño "creador de mundos",
ese inocente artista plástico,
ese inmutable arquitecto.

sábado, 27 de octubre de 2012

... De la vida.

A este amor controversial le debo el hecho de certificar que no estoy loca, que, más aún, sé, acepto y comprendo que amarlo está prohibido y es pecado.

Tan de repente.

    Y es allí en ese instante, cuando tus palabras dejo de oír, cuando el silencio secuestra la casa y cada quien ocupa una habitación distinta, es allí cuando temo lo inminente, es allí cuando, tan de repente y sin antelación, una lágrima hace su visita.
    Y es allí en la tranquilidad que ensordece, en la agonía de la calma, cuando los ánimos no dan para sacarte una sonrisa, es allí cuando siento miedo de perderlo todo, de perderte a ti en el tiempo y las vicisitudes, en la vida misma que consume cuerpos y mentes, así... tan de repente.
    Y es allí, cuando te busco en la casa y la casa te esconde de mí, cuando sobre cada cama hay alguien que llora a escondidas, cuando las caras hacen el esfuerzo por no ser falsas, es allí, justo allí donde el mundo entero se me viene encima, así... tan de repente, tan sin anestesia... tan parecido a tu ausencia.


... aquí, contengo lágrimas,
lágrimas que cuentan mil historias,
otro par de lágrimas a causa tuya.

jueves, 25 de octubre de 2012

Te echo de menos.

Haces falta y duele ver cómo te vas
aquí no florece la primavera
aquí no caen hojas del otoño
aquí está vacío.

Hace falta tu amor indómito
tu amor sin fractura
tu amor que no se quiebra, 
que tanto me llena.

Haces falta y duele ver que ya no estás
y yo espero que mi espera no se frustre
que el dolor no sea tan grave
que de repente amanezca y te encuentre.

Haces falta y duele ver cómo te alejas
cómo me dejas una herida
cómo me dejas sin salida

Aquí no sale el sol del verano
Aquí no nieva el invierno
Aquí está vacío
Aquí no estás .

...tú sabes que es para ti.





martes, 23 de octubre de 2012

... De la vida.

El problema con ese hombre es que él siempre sabe qué decir, y yo nunca sé qué responder.

domingo, 21 de octubre de 2012

Tu guarida.

- Dame una razón... ¡una razón para no tomar todas mis cosas ahora mismo e irme!

- Podría decirte que te amo y no quiero que te vayas,

pero eso ya lo sabes. 
"Entonces sólo queda decirte que aquí,
en este espacio, donde tú danzas todas las mañanas
donde despliegas mi alma como alfombra para verte caminar sobre ella
donde me enseñaste a decir tantas veces ¡sí!
donde rompiste mi camisa favorita
y adheriste tu perfume a todos los cojines y los muebles de madera,
debo decir que es aquí donde tú debes estar
porque este lugar lo hiciste tú
este lugar lo hiciste tuyo
este lugar es tuyo. 
Todos los muebles son tuyos
la cama es tuya
el escritorio es tuyo
la cocina es tuya
la bañera es tuya
yo, otro objeto más de este espacio, soy tuyo.
En conclusión,
es imposible que tomes todas tus cosas ahora mismo y te vayas
¡son muchas! ¡son pesadas!
y una de esas cosas, en especial,
se niega a abandonar este lugar.
Geográficamente hablando, mujer,
yo soy tu guarida. 

Ahórrate tal trabajo... y ahórrame tal dolor.

Pero, si esto no ha sido suficiente para ti,
debo decir que te amo, 
te amo infinitamente
y no quiero que te vayas".

Palabras inconclusas.

    Tú dices: "La niña tiene cara de libro" y el filósofo viene y dice algo todo compuesto, súper profundo, como para dejarte pensando: "La vida es vida cuando tú decidas cómo vivir eso que tantos llaman vida"; y resuena en la radio la misma canción de las cuatro. Mientras él pregunta: "¿Qué hora es?" y ella insulta, cito, al: -malnacido sol de miermana-, en eso Benedetti me habla de "pretextos", y en la línea telefónica alguien dice que mi saldo es insuficiente; y regreso a la realidad sin ti, enciendo el televisor (quizá pueda perderte allí), sintonizo el canal de las noticias, tomo de mi taza de café, el del noticiero anuncia terremoto en China, maremoto en Japón, incendio forestal en un bosque de Seattle, protesta contra el abuso animal y en Europa sigue la crisis económica. Resuena la puerta, mi vecina suplica por azúcar, voy, le doy el azúcar y desde el sillón mi gato maúlla, como quejándose del sueño; la puerta se abre y el chillido resuena en mi cabeza, entra mi madre y me lanza uno de esos regaños en antesala al castigo, lástima que ella no sabe que sólo una cosa puede arrebatarme para lograr lastimarme así tipo profundo (como diría el filósofo), lástima que esa cosa no le pertenece, lástima que esa cosa es una persona. Mamá se va, camino a la ventana y al fin tengo un segundo de tranquilidad, ignorando el sonido de la ciudad, me doy cuenta que no he dejado de pensar en que "la niña tiene cara de libro".

Este va dedicado a mi querido colega, José Alfredo.
¡¡Feliz cumpleaños!!

jueves, 18 de octubre de 2012

Enamorada de ti.

Qué hermoso es redescubrir el mundo a tu lado, pasar la tarde haciendo nada, pero a tu lado, creer que la noche jamás llegará y esperar el resto de la madrugada a que suene mi celular.
Qué hermoso es empezar un nuevo año enamorada, y más cuando nunca lo habías podido experimentar. Es bello sonreír sin causa aparente, pasar el día entre recuerdos que tú protagonizas y no guardar ningún secreto.
Honestamente, qué hermoso es estar enamorada de ti, ¡jamás se había sentido tan bien perder el tiempo!

sábado, 13 de octubre de 2012

... y yo llamándome Alana.

    Me hallo actualizando el repertorio de canciones, resulta que hoy supe de ti después de encontrarte hasta en la marca de mis zapatos... y yo llamándome Alana, ¿dónde encontrarías tú mi nombre? ¿qué taller mecánico puede llamarse "El taller de Alana"? o, siquiera, ¿qué panadería, qué salón de fiesta, qué personaje de dibujos animados? ¡Ninguno! ¿Alana? ¡Por Dios! 
    Tu nombre y el mío se parecen un poco, pero no lo suficiente, es por ello que lanzo al viento las posibilidades de encontrarte a donde mire, y como que el viento me odia, porque te devuelve a mí como por venganza... y yo llamándome Alana. Seguro estoy entre las primeras de tu lista de contactos, pero tú eres ciego ante el recuerdo de "la muchacha del piano", y de nuevo sólo quedo yo, refunfuñando en el carro cuando una calle lleva tu apellido; refunfuñando mientras veo televisión, porque un personaje lleva tu nombre; refunfuñando en la Universidad, porque alguien, ¡no sé quién es el desgraciado!, tiene tu mismo automóvil; y eso me deja exhausta. Todo ese remolino de señales, esa embrollo de recuerdos tuyos que no cesan y me ponen de mal humor, todo tú, lo poco que sé de ti y me rodea, todo eso me deja un sábado como hoy actualizando el repertorio de canciones y deseando llamarme MARÍA, para que me encuentres hasta sin percatarte, en un descuido.

viernes, 12 de octubre de 2012

Te dedico mis cinco sentidos.

    Tú me sabes a una dulce y jugosa granada, hueles a playa margariteña, el sol zuliano quemó tu espalda y suenas idéntico a una salsa cubana. A ti te encuentro en el sombrero de Blades, en los hielos de un vaso de whisky, a veces también en la mirada de pescadores y ahora suenas a un reggae de Marley, a tu adolescencia hueles, persiguiendo una vaca te imagino. A ti también te encuentro en el borde incipiente de las montañas que de tu mano conocí en mi niñez. Tú eres un pescado frito y la cena a las ocho de la noche, hueles a perfume caro, a fotos antiguas, tienes dotes de mecánico, fotógrafo, doctor y consejero, y mientras tanto suenas a un par de maracas, eres música y mi teclado, y de vez en cuando te digo Te amo, y es que tú eres ese: "Te amo tanto, papá", y también pollo frito y plátano pintón.

Dedicado a mi gordo bello,
esta es tu esencia, papi. 
Te amo infinitamente.

miércoles, 10 de octubre de 2012

... De la vida.

Confiar es sano, pero deja de serlo muy rápido.

... Curiosidades: Nuestra pequeña victoria de esta tarde.

   Era poco más después de la hora de almuerzo, he roto algunos récords en cuanto a lo de "comer rápido" se refiere. Resulta que decidí estudiar dos carreras y mis días en la actualidad son un constante y vertiginoso ajetreo diario, pero no pasaría tales dolores de cabeza y exigencias si el asunto no me gustara. Me gusta estar en movimiento, siempre que no tenga sueño y haya comido lo suficiente, claro.
   Mi hermana y yo llegamos a la calle justo a la hora en que se suponía que el bus hacía su parada, pero he debido de tomar una foto de nuestras caras cuando vimos al tan famoso bus pasar frente a nosotras con su acostumbrada velocidad, seguro por debajo de los 60 km/h y gimiendo casi como si allí en el motor un gato estuviera muriendo asfixiado por el aplastante calor marabino. Mi hermana y yo nos tomamos de la mano y en señal de "¿y ahora qué?", nos dimos un fuerte apretón; lo primero que pensé fue: -¡No dejaré que ese bus me deje aquí en medio de la calle!-, y lo siguiente sin dudas fue algo digno de ver: empezamos a correr, intentando mantener nuestro bolso aún sobre nuestros hombros y controlando desesperadamente la respiración, mientras el corazón como que había decidido de un momento a otro hacer bailoterapia en nuestro pecho; el sudor salpicaba nuestras nucas y, cuando tocó atravesar la  calle, agradecí el hecho de que el semáforo luciera un reluciente rojo. En ese momento hubiera querido ser uno de esos chóferes de los carritos por puesto, que desde su ventanilla y con expresión jocosa, lo observan todo y no se pierden de nada. ¿Cómo habremos lucido mi hermana y yo ante sus ojos bañados de pericia? 
   Recuerdo ahora que, en el fragmento de segundo que pasamos entre la incertidumbre y el impulso de dar la carrera de nuestras vidas, un señor se percató de nuestra tragedia, y como todo caballero nos hizo un favor que, puedo asegurarles, valió la asistencia a nuestras clases y unos cuantos billetes ahorrados en nuestros bolsillos estudiantiles: ese hombre empezó a silbar con fuerza, propinándonos de esa manera el grato alivio de ver al desgraciado bus detenerse para recoger a sus agitadas pasajeras.
   Cuando subimos allí y nos vimos sujetas con firmeza a las barandas de los asientos (ya que no había puesto), por un momento nos olvidamos del despiadado calor que te da ganas de suicidarte, y el contacto ajeno de personas que en tu vida has visto y en tu vida volverás a ver, por un momento nos olvidamos de eso y sólo reímos, reímos incrédulas, agradecidas y, sobre todo, ¡victoriosas!

- ¿Ese señor silbaba así para detener el bus para nosotras?- le pregunté ingenuamente a mi hermana.

   Ella calmó sus carcajadas y esta vez sonrió llena de satisfacción:

- Sí, seguro- me dijo-. Olvidamos decirle gracias...

- Sí...- murmuré-. Es cierto.


viernes, 5 de octubre de 2012

El guitarrista.




  Tócame como a tu guitarra, confíame la historia tras tus canciones, y lentamente sedúceme, será fácil verme caer con cautela sobre tus manos y entre las notas; sobre las cuerdas y entre acordes, los mayores, los menores, pero siempre cerca de ti: Música elemental, música que enamora. Tócame sin medida. 
  Al guitarrista hay que verlo mientras toca. "Seamos juntos un arpegio", se me antoja proponerle, pero él luce tan independiente, tan rebelde, y aquí otra admiradora más se debate entre el misterio y lo intangible. El guitarrista no entiende que enamora, ¡ese es el problema! 
  Entonces tócame como tocarías tu canción favorita... y sino tienes una: que sea yo desde ahora tu preferida; pero tócame, tócame como tocarías la primera canción que aprendiste, y lentamente desliza tus dedos sobre el mástil, sé el guitarrista apasionado, sé el músico incomprendido, el hombre nocturno, ¡quiéreme como a tu instrumento!, y lentamente sedúceme. LENTAMENTE, sucumbe ante mi admiración.
  El guitarrista no entiende que enamora, no sabe, no es adrede.

martes, 2 de octubre de 2012

Tu instinto.



     Escala pues entre los dedos de mis pies, ni tan frío, ni tan caliente. Usa pues, tu tibieza, adelántate a mi respuesta y que sea la tuya tu instinto: dulce vencedor nocturno, que descansa en mi almohada y en medio de la noche me quita el aliento. 
     Comienza pues a suplicar, veo tus pupilas ansiosas golpetear la cinta de mi sostén, pero de nuevo recuerdas tus verdaderas intenciones; yo, mientras tanto,  casi descubro el secreto de tus manos, acallas  sus peticiones, me miras asustado, como preguntándote: ¿qué hago contigo, mujer? ¿qué haces conmigo, mujer?
     Mientras yo sujeto la esperanza de que olvides la pregunta y nerviosamente acepto lo inminente: Yo sé que eres hombre y necesitas sentir, pero ¿qué hago si mi piel a medias se te esconde y a medias te saluda? ¿qué hago si mi superficie le huye a la tuya?
     Anda pues, exhala las caricias. Inhala el deseo inevitable de tu género. Percibo la tensión de tu espalda, la clavícula resalta... tu mano se aproxima por sobre la mesa, lentamente, tambaleante: viene y va tu mano nerviosa. Se desliza sobre el mantel, con cuidado. Mi propia mano allí desprotegida, la tuya acecha con duda... el tacto se aproxima...
     ... pero, no estoy lista para robarte la exhalación.
     Regresa, pues, la cinta a mi hombro, sigue desvelando la madrugada.  Mientras esto continúe así: Ignora tu instinto, pero ¡eso sí! que él no se entretenga con quien esté dispuesta a regalarle un saludo cordial.


Escribí este poema mientras escuchaba una canción, cosa que no suelo hacer, pero resulta que no vivo sola y hay quienes no paran de ver series en Warner...
Tráeme la noche - Soda Stereo, tributo a The Police.
(me la recomendaron ayer y ya la he escuchado treinta veces)

lunes, 1 de octubre de 2012

... De la vida.

Yo al menos hago el intento de escribir, 
y tú, ¿tú qué haces?