lunes, 5 de octubre de 2015

Oxímoron.


Ahora me tocará ser la idiota que pone alto al fuego y explosiona tu cabeza con tan solo una mirada. Seré ahora la guerra y la paz, un oxímoron, catarsis y repulsión, angustia y tranquilidad. Seré la idiota que haga ruido en tu corazón, seré retórica y retorcida, una bala perdida, maldita, bendita. Seré el Muro de Berlín, la fuerza aliada, todas las guerras mundiales, aquí, ahora... y haré rodar desde tus ojos las lágrimas más frías y pesadas, tus secretos mas oscuros, tu pensamiento más absurdo.
Haré estallar tu cabeza con la ambigua pólvora de mis palabras.
Seré cicatriz, para ti, y la herida más abierta después de tus manos. Me llevaré tus brazos para que por las noches rodeen el vacío extenso que señalan mis manos... y sin manos haré tu cabeza detonar. Sin esfuerzo en dinamita te convertirás.
Confundido resurgirás, jadeando vendrás y sin aliento dirás: a la mierda la noche, hazme volar dos veces más y te pago con la luna.
Y, malvada, hice arder en llamas tus ojos una vez más.

De la malvada,
atentamente para ti.

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