martes, 28 de julio de 2015

... De la vida.

   Cuando Manuel me invitó a cenar, mencionó que sería en una terraza muy romántica y costosa. Manuel también se había ofrecido a buscarme en mi casa y, al llegar al sitio, sacó la silla de la mesa para que yo me sentara, mientras pedía el menú para que yo escogiera lo que quisiese. Manuel esperó por mí, mientras empezábamos el tema de conversación y al terminar de comer me preguntó si quería un coctel. Manuel, muy caballeroso, me ofreció llevarme a mi casa y, mientras yo me bajaba del taxi, le dije: "Envíale saludos a tu novia", y Manuel no dijo nada.

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