miércoles, 23 de diciembre de 2015

Esta extraña forma de querer.

Hoy hasta la luna amaneció oscura y sin ti, hasta la música enmudeció y calló, hasta el suelo tembló. 
Tú no sabes, tú ni te imaginas cuánto te quiere esta analfabeta, esta especie de enredo hecho mujer, este compendio de locura y libertad, esta tonta que no sabe querer sino es en silencio, poéticamente quizás, de la manera más absurda, eso es seguro... Pero que, a fin de cuentas, te quiere, y, como diría de seguro cualquier otro bohemio loco como yo: así se quiere mejor: cuando no se sabe lo que se hace pero se sigue haciendo, cuando se sueña despierto, cuando a veces amaneces ilusionada y otras muchas veces asustada. Así te quiero yo a ti, y ese es el asunto: que solo te quiero a ti. Sí, de la manera torpe en que lo hago, de la forma absurda e inexperta en que solo yo sé hacerlo: así mismo te quiero yo. Aunque mañana acabemos con todo y tú busques otros amores y yo me reencuentre con otros más, aún así te seguiré queriendo como nadie me enseñó, de esta manera silente y temerosa, como quien quiere por primera vez y se lanza al vacío y previene, así te querré, hasta que después, muchos días después, el olvido por fin llegue para hacerte desvanecer. 
Discúlpame por no saber quererte como es normal querer...
... Yo igual sigo queriéndote, como quien continúa haciendo algo porque le produce placer.

A ti, el meticuloso.

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