"Ante aquel espacio vacío y esa ausencia pacífica de palabras, decidí cortar el aire con una canción de cuna dedicada a mi pequeño hermano, mientras lo mecía de un lado a otro y de manera casi celosa le observaba encantada, sonriente y plena. Los minutos siguieron pasando y mi voz, levemente desafinada y aguda, se paseaba en el ambiente como una huelga en reclamo del silencio, en queja de la ausencia, en..."
Arranqué este pequeño fragmento de una de mis obras y quise compartirlo con ustedes.
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