miércoles, 1 de diciembre de 2010

Quisiera ser.


Quisiera ser la cómplice de tus batallas, una amiga para tu alma, el desinterés de tus besos, tu alegría más personal. Quisiera poder ser, algún día, la cobija que te cubre en tu fría soledad, el ser que te ama, el paño de tus lágrimas; ser por siempre el misterio entre tus sábanas, el ahorro de tu indiferencia, lo incondicional para tu cariño, la locura de tu alma, la esencia de tu espíritu, la agonía de lo pasajero y tu alegría más personal. Quiero ser, por ti, para ti, una de esas miradas que abrazan, tu amuleto de la buena suerte, yo quisiera ser la sombra que te resguarda, la seguridad para tus dudas, el sexto sentido que apoya tus impulsos, tu eterna debilidad, las miradas que necesitas y los gestos que amas. Quisiera ser las manos que te tocan, el sueño que se te hará realidad, la excepción de tus razones, ser por siempre la verdad de tus mentiras. Yo sólo quiero ser de ti, algo por ti, quiero ser para ti, mi amor.

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