lunes, 12 de agosto de 2013

Mensaje final.

    "Y así querría yo decírselo, deseaba soltarlo sin tapujos, sin reservas, sin tantos muros de contención y obstáculos imaginarios. Yo quería ir hasta él y ser mi yo desenfrenado, el impulsivo, el ilógico, el que se arrepentía a los tres segundos de haber hecho una estupidez, quería ser esa: la estudiante, la aspirante a escritora, la muchacha torpe, sí, quería ser todas esas facetas que él conocía de mí y agregarle a toda esa mezcla un toque de rebeldía y egoísmo para poder decirle que hasta ese momento seguiríamos siendo amigos, que si seguíamos en esa onda de enviarnos tanto y contarnos todo, yo terminaría volviéndome a enamorar del hombre equivocado. Sí, yo quería decirle todo eso y que luego él se fuera al trabajo y me pensara todo el día y se preguntara por mí y que le quemara la duda y la preocupación por no saber nada de mí. Eso deseaba, ser lo que ambos queríamos en silencio, dejarle en claro que soy humana, que siento y me enamoro equivocadamente, que aunque soy muy seria y centrada, también cometo tonterías y me dejo llevar por la piel. Sí, de todo eso quería que él se enterara antes de desaparecer toda una semana de mi bendita existencia."

... leer con atención, por favor.

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