jueves, 12 de septiembre de 2013

Trivial y efectiva.

Si es por quererte tanto
soy culpable
y también lo soy
por trivial y efectiva.
Mira nada más
cómo empieza mi poema.
Sin rodeos
sin tristeza
ya nos conocemos tanto
que no conocemos la vergüenza.
Soy culpable, confieso,
de relacionarte con cada palabra
de pedirle al viento que te traiga
de ser cursi y reservada,
no por un asunto de mis faldas
sino
mejor dicho
por andar de coqueta y diabólica
detrás de tus nalgas.
Soy trivial y efectiva
si me miras, te miro
si me tocas, te toco
si me llamas, voy
si me dejas, te dejo
si escribes, ¡que llueva!
si te enamoras, ¡que duela!
Así de domesticada y engañada
me tienen tus ojos benditos
ojos que grito y me gritan
ojos que vienen conmigo
y no contigo
pues tus miradas, confieso,
las guardo
en cada uno de mis agujerados bolsillos.
Tan sólo mira
mira
¡qué trivial y efectiva nos resulto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario