"Quiero ser tu mujer omnipresente, que me recuerdes en cada cosa por cualquier razón o sin razón alguna. Cuando en la mañana tropieces y se derrame tu café, que sea yo tu primer pensamiento, quizás por el desastre que fuimos o por el desorden que causé en tu vida. Cuando escuchando a Sanz su voz y melodías invoquen mi nombre. Cuando no sepas escribir una palabra o te sientas curioso sobre el significado de alguna. Cuando precises una abogada o las leyes, como fuera, llegaran a tu vida. Cuando veas el nombre de cierto postre o escuches su mención o se te antoje comerlo, que al no tenerlo imagines mis manos haciéndolo. Tan cerca, tan lejos. Cuando te pregunten por la ciudad del sol amada o estalle en tu cabeza una lluvia nostalgica. Cuando te cruces de pronto con un balcón y él te seduzca como yo tantas veces deseé hacerlo. Cuando veas un poema e ignores su significado. Cuando precises tranquilidad y conversación en tus noches más solas y te halles aún más solo sin mis palabras. Quiero estar siempre allí en tu vida sin estarlo verdaderamente, ser tu mujer omnipresente, esa que evocas sin nombrarla y que es tan secreta como amada, esa que la vida te arrancó de frente y recuerdas si hace frío, si te sientes confundido, si pasas por una calle o comes alguna comida. Quiero estar allí, acá, en tu cama, en tu mesa, en el trabajo, en tus libros, cuando te ejercitas, cuando duermes, en tu ropa, en tu pecho, en un color, en un sabor, en un sonido constante e imperceptible, en una imagen, en tus pestañas, en ti... Estar en ti siempre y no tocarnos nunca. Quiero ser tu mujer omnipresente y poder irme sin ti teniendo la plena seguridad de que me hallarás sin buscarme en todas las esquinas y rincones de tu vida. Tu vida que deseo vivas con plenitud y felicidad. Tu vida que será buena y estará repleta de mi nombre. Te quiero, pero esta será mi venganza: no permitirte olvidarme".
lunes, 27 de junio de 2016
Tu mujer omnipresente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario