domingo, 24 de abril de 2011

Te quiero para mí.

Dentro de la piel llevo encadenado este deseo de besarte... y no puedo.
Impregnado en la piel, como celos que juegan con el rumbo de mil pensamientos, se encuentran la curiosidad y la imaginación... y juegan juntas como pequeñas niñas juegan con sus muñecas, manejan mi cabeza y se burlan en la incertidumbre de lo que eres, me entra en la cabeza que eres arrogante y un poco violento, se me escapa de las manos el ridículo príncipe que sueño y no existe. Pero sólo es eso, otra desilusión, pero tú sigues vivo en mis escritos, ese mundo loco que es el único que puedo crear a mi antojo y destruir cuando tú lo cambias todo con una sóla mirada, con un sólo roce sin significado personal... Generalizando, eres tan imperfecto que me encantas, eres tan idiota que quiero corregirte, dices muchas malas palabras y luego pareces arrepentido, pero ¡Maldición! Te quiero todo para mí.
Conoce de una vez a tu sombra; "Me llamo como me llamo y te sigo a todas partes".
Aunque no sepas que existo, es suficiente para mí saber que tú lo haces. Me has enamorado, y te quiero todo para mí. Eres pesado como una roca y en mi cabeza... mi cabeza, de allí no sales, amor, y te aseguro que allí te quedarás gran parte de mi tiempo, pues... te quiero para mí. No vayas a fallarle a esta desconocida, no vayas a ponerte esa mal nacida camisa, sigue corriendo tras la pelota y continúa ignorando a esta grandísima tonta. Continúa siendo un sueño, sigue creando cosas sucias... a mi pesar.
¡Cuánto te odio por ser al que quiero! Y lo digo de nuevo, te quiero a mi pesar, te miro sin parar.

De nuevo me dirigo a ti, que quieres tanto a esa persona, que tanto la aprecias y observas continuamente, que es más importante que nada y lo das todo por ella... pero ¿qué hacer si no sabe que existe?
Sólo que ahora le agregué la furia comprimida de una persona tan ignorada... como enamorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario