jueves, 12 de abril de 2012

Incertidumbre.

  

   Vida, sucia jugadora, nido de enredos y tramposa despiadada, escupir tus pies no será suficiente para por fin ser capaz de saldar una venganza justa. Siento que efímero será mi intento de luchar en tu contra, como un respiro lento, como música sin clave, como bailarines sin poder tocarse.
    Vida, tú que todo lo sabes, dime si lograré escribir más allá de este cuaderno viejo y sus líneas borrosas, dime si seré capaz de compartir siquiera un verso de los miles que he escrito, dime si fascinaré aunque sea al más ignorante o al más sorprendido ser sobre esta tierra, tan tuya y mía (más tuya que mía). Regálame una foto de mi sueño a futuro, quizá una sonrisa o un gesto frustrado, pero esclarece lo que ahora es sólo oscuridad de lóbrego bosque y silencio abismal. ¡Dime, Vida! Dime si a él o a ellos podré dedicar un poema o, aún mejor, un libro de mi colección de sueños. Dime, Vida, si serás buena con mis anhelos o los sancionarás sin remordimiento, con tu sucio juego, infiel conocedora, único espejo del futuro, muéstrame, al menos, un gesto inescrutable.

... o una obra mía en el anaquel de una librería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario