lunes, 17 de agosto de 2015

Esa vida oculta que llevas.

     Esa vida oculta que tanto me escondes, la que corrompe tu alma, la que incendia tu ángel. Esa vida, la otra, que voltea tu cara y te transforma, la que no nos deja avanzar, la vida esa que es lujuria, sexo, engaño, la que nos segrega, la que hace años llevo aceptando, la que ya me aburre. Sí, esa vida tuya que es venenosa y me asquea, la que no puedes dejar de vivir, de esa misma he querido exorcizarte toda mi vida, toda esta vida mía que me diste, toda mi vida que repite tus mentiras como un cd rayado y me frustra y cansa a veces. Sí, esa vida tuya que es descontrol y desequilibrio, pérdida tras pérdida, placer y dolor a la vez. Esa vida que viven tus ojos y a veces nos divide en cinco partes o en nueve, dependiendo de tus engaños, que son tantos que los vivo como si fueran míos y duelen como si fueran conmigo. Hablo de esa misma vida que vives a la par con esta que nos hace comunes, que nos une en el día a día y nos sienta en la misma mesa para comer. Exactamente, ya tú debes saber de lo que hablo: hablo de tu vida que es como la mía, de tus dolores que son mis dolores, de tus vicios que serán los míos, de tus manos que son las de muchas. Hablo de tu vida, la más dañina vida y la que has decidido vivir.

...cómo me aburren ya tus engaños.

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