domingo, 31 de enero de 2016

Me preguntan por ti.

   



    Ayer me preguntaron por ti, cada vez que no quiero saber de ti: me preguntan por ti.
    La aficionada a las costumbres que habita mi ser ya no reprende, en cambio responde con melancolía: cada día una respuesta distinta. No me atrevo a decirle al mundo que te dejaste ganar por la tentación. La tonta que mora en los suburbios de mi memoria siente vergüenza de tu poca vergüenza. La justa entonces estalla en su cara, y empieza la misma guerra nuclear de la última vez. La mujer cansada calla.
   Ayer me preguntaron por ti y mientras lo hacían divagué. Cualquier respuesta estaba bien, pero prefería ser sincera. La digna y orgullosa que habita rezagada mi garganta, resurgió, no sabía qué hacer o decir, pero terminó por sonreír mientras clamaba: Cayó en la tentación.
¿y tú cómo estás? 
Aún de pie.

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