miércoles, 29 de septiembre de 2010

Allá afuera.


Pasos débiles que se arrastran sobre el suelo, caricias vívidas que arrasan con mi voluntad, miradas estrechas que terminan de confundirme, llamados muertos sobre la hora pautada. Ya no hay bailes, se acabaron los besos, se marchitaron los te quiero, acabaste con lo nuestro.
Pero aún sé que, más allá de mi agonía, hay alguien afuera que desea arreglar lo que descompusiste. Pero sé que, más allá de esta absurda soledad, hay alguien que me quiere acompañar. Pero aún guardo la sabiduría, y entiendo que allá afuera, puede ser un total desconocido, me aguarda el hombre que éstas lágrimas mías quisiera secar. Dejaste de ser tú desde que, cada mañana al despertar, ignorabas la maravilla de amanecer juntos.
Pero sé que, más allá de este luto de romanticismo en el que me has dejado, hay alquien que guarda besos y sentimientos para mí. Lo sé. Pues tú lo arruinaste todo, mataste la relación, me dejaste ver qué hay más allá.

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