viernes, 3 de septiembre de 2010

Paranoia

Paranoia, el tiempo ha empezado a faltarme, el aire mismo parece ahogarme, mi cuerpo carece, mi espíritu arde. Paranoia, pareces andar con la noche de su mano, llegas con ella y te vas con ella, te robas mi tranquilidad, succionas mi concentración; mis ojos parecen no hallar tranquilidad. Paranoia, parece que has venido en mi rescate, pasando por encima de mis deseos, llevándome del terror e introduciéndome en las ideas, esas mismas retorcidas ideas que se esclarecen cuando la luz llega, que tan taciturnas con mi espíritu juegan. Paranoia, tus ojos brillan con la luz retratando, las estrellas como marco y mi cuerpo se alegra. Paranoia, el tiempo ha empezado a faltarme, la noche es tu templo, pareces ir de su mano, no me visites, no te me presentes, olvida todo. Paranoia, el aire mismo parece asfixiarme, es tu condena, es mi castigo padecerte.
Por que... ¿a quién no le intimida aunque sea un poco la oscuridad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario