domingo, 27 de marzo de 2011

DIARIO 19: Un nuevo final y escribir dos veces.

Acabo de culminar mi última obra, y tengo algunas cosas que contar. Acostumbro a escribir mis libros a mano, en cuadernos, que por cierto ya mi papá está arruinándose por la continua compra de éstos, y, además, me las doy de exigente, tiene que ser bolígrafo negro de punta "Medium", supongo que esa manía me ha dejado alguna clase de odio hacia los bolígrafos azules, ni siquiera puedo verlos (exagero); en fin, como iba diciendo, escribo en cuadernos, pero esta obra en específico me impuso un límite de tiempo, y tuve que hacerla directamente en la computadora, así que aún no entro en razón de que terminé otra de mis obras y estoy muy feliz con eso. Cada vez que termino un libro, parece que una fiesta comienza en mi cabeza, y las nuevas ideas están a la orden del día. Pero, con esta obra en particular, parece que las cosas están pasando lento y mi cabeza, mi mano derecha, o lo que sea, para mí es lo mismo, aún no caen en cuenta de que anexarán una nueva historia a mi biblioteca, ¡magnífico! Ahora que lo comento aquí, entiendo, jajaja.


Bueno, en esta obra creé personajes de la vida real, no diré quienes, pero disfruté basarme en aspectos reales, fue divertido y nunca me dejó de resultar entretenido.
Escribir a computadora, en lo personal, me resulta difícil y me atreveré a decir que no me gusta; tengo esa mala costumbre de escribir "al" en vez de "la", y "el" en vez de "le"... y ¿qué hay con el "aunque"? Jamás he logrado escribirlo bien, siempre tengo que mirar de nuevo la pantalla y corregir, porque lo primero que veo es un "auqnue" tan fastidioso como repetitivo. En mi caso y ay (quise escribir "ya", pero ya saben...) sé que en el de muchos también, la tecla para poner una tilde o acento, queda justo al lado de la letra "p", así que a veces cometo errores de tipeo como "ella llegpo hacia pel y lo bespo en la boca". Soy pésima escribiendo en "al" (eso pasó sin mi consentimiento, en serio) computadora. En fin... ¡acabé mi libro! Y estoy muy feliz con eso.
Además, hoy llovió y he encontrado una nueva forma de llamar a mi propia musa: el piano. Espero que me vaya bien. He dicho punto y final.

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