miércoles, 18 de enero de 2012

No viene al caso.

  Ya no viene al caso darte un ejemplo, terminar de escribir algunos viejos poemas, escupir en el jardín de mi casa para ver si crece alguna flor... y es que así te considero, un terreno baldío, un problema de raíz, un desierto que poco a poco se va quedando sin arena y que, al marcar las dos, culminará de padecer una dolorosa muerte.
  Y tan sólo me dan ganas de gritarte un vibrante: "¡Cuando hay amor, esas cosas no pasan!".
  Y tan sólo ahora descubro que nunca hubo amor entre nosotros. Tan sólo éramos un hombre y una mujer, juntos bajo un mismo techo, besando la pared, confundiendo la rutina con la simpatía, riendo de nada en absoluto, siendo... mentira.
  Ya no viene al caso discutir, ni mucho menos quejarse... y ya que hablo de quejas, ¡tengo tantas atragantadas en la garganta! Y ya no hablo sólo de ti, no te creas tan especial. Quizá me moleste un poco el ruido de mi puerta cada vez que alguien entra o sale; la lluvia también me molesta cuando inunda la sala de mi casa; me enoja ver pasar el tiempo mientras no hago nada.
  Y tan sólo me dan ganas de gritarte un vibrante: "¡Cuando hay amor, esas cosas no pasan!".
  No pasan, de verdad que no pasan... y lo sé, lo he estado viviendo con otro.
  Desde que él llegó, me da igual si la maldita puerta suena, o no suena o se desprende de sus bisagras. ¡Y al demonio la lluvia! Creo que la prefiero cuando me baño en ella junto a él. ¿Y cuando no hago nada? Tan sólo es porque lo espero a él.
  Y me dan ganas de gritarle en la cara al primer idiota que vea pasar: "¡Estoy enamorada, y el amor no es como tú lo crees, es como él me enseñó!".
  ¿Y qué culpa tiene ese idiota? No, él no tiene la culpa...
  ... como yo no tuve la culpa de haber malinterpretado la palabra "Amor" con un hombre que no es ni eso.
  No vale la pena que me mires extraño, él me mira muy bonito. Cuando hay amor te sientes como yo me siento. Cuando hay amor, no miras tu reloj. Cuando hay amor, de elegir cualquier lugar, elegirías estar junto a él. Cuando hay amor, te sientes como yo.
  Y tan sólo me dan ganas de gritarte un sonoro y vehemente: "¡Cuando hay amor, no sientes unas ganas misteriosas de ahogar a tu pareja mientras duerme!".


Y sí, soy culpable de eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario