miércoles, 15 de agosto de 2012

Amor fraternal.

       Hay de todo entre nosotras: Peleas, disculpas forzadas, miradas que dicen todo, risas que nadie entiende, uno que otro juego que inventamos en nuestra infancia y el hecho de que somos muy complicadas.
       Cada una es tan singular, resulta que me he dado cuenta de cuánta es la diferencia si sólo somos dos y no las tres, lo he visto y, como siempre, lo hemos comentado, quizá en la cocina cuando, después de comer, nos quedamos hablando por horas o talvez en plena madrugada, cuando ya estamos listas para dormir y no hacemos más que crear una larga plática, esa que se repite al menos cinco veces al año y siempre cuenta lo mismo: La escuela, cuando estudiábamos juntas y cada quien estaba en su grupo, siempre recordamos cómo comíamos en el suelo y aquella vez que nos tocó cantar... Ustedes saben. También hablamos de nuestra familia, de hombres, de nuestros sueños, de las dificultades que hemos atravesado juntas.
         Hemos hecho todo juntas, pero tenemos esa mala costumbre de decir que veremos una película y hemos terminado viéndola tres semanas después. Somos tan diferentes, pero hay algo en que de verdad me parezco a la del medio, y es que siempre competimos entre las dos, siempre lloramos en las películas y nos encanta cantar todo el día; por otro lado, creo que ella es demasiado competitiva, no le gusta perder y piensa mucho para pedir disculpas, pero es quien comanda la cocina cuando preparamos la cena y sin lugar a dudas es la más tranquila del trío. Por otro lado, la mayor tiene un fuerte carácter, peleamos todo el tiempo, pero simplemente no podemos molestarnos una con la otra, se nota el desequilibrio cuando un par está peleado.
        ¿Qué cosa no les he contado? Quizá tenga esa mala costumbre de contárselos con algo de retraso, pero ya ven cómo soy, hermanas: Complicada y algo reservada. Pero eso muchas veces no aplica a ustedes, tranquilas. De vez en cuando nos molesta que alguna no se una en alguna actividad y, debo confesarlo, muchas veces soy yo... Pero de igual forma nos llevamos muy bien.
         El hecho es que son mis mejores amigas, mis compañeras, confidentes, hermanas en fin. Gracias por todo. 

"En mi casa, si te metes con una, te metes con tres."

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