miércoles, 25 de diciembre de 2013

... De la vida.

Y después de los besos. Después de doblegar mi inteligencia. Después de convertirme en una loca enamorada. Sí. Después del adiós. Justo después, él fue puntual por primera vez para desearme una feliz navidad... e irónicamente, esta vez solo me sentí agradecida, y no maravillosamente feliz como antes.

... el mismo hombre del año pasado, pero sin mi locura.

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