lunes, 17 de septiembre de 2012

Conversando contigo.

    
   No deberían tratar de mi cuerpo y el tuyo nuestras conversaciones, ni de holas sin chaos y preguntas sin respuesta;, mas bien, deberíamos hablar del clima, de cuando lanzas una mirada de soslayo al balcón, de allí ¿qué es lo que llama tu atención? Háblame de la camisa que llevas puesta, de tu perfume, da la respuesta al qué haces y dime qué hacías. De repente, censura mi curiosidad con un beso escrito, eso es tan de ti, que no me molesta si luego haces mención de mis caderas. 
   No deberían tratar de promesas sin cumplir nuestras conversaciones, estampa en mi cabeza mil ilusiones, esas parecen más reales que las promesas. Por otro lado, deléitame con la música que escuchas, critica un poema de mi Blog, pregúntame si me gusta la posición del sol, interrumpe mi madrugada, desvela mi alma con una conversación, de repente que no haya hora en tu reloj, y el mío se colme de segundos. De repente que no haya meses en tu almanaque y el mío se desborde de días. Deberíamos hablar de cuando éramos bebés, la primera vez que vimos el sol ponerse, cuando jugábamos con el eco de una habitación vacía. Tú, haz que sonría, róbame la luz de mi lámpara encendida; enamórame a punta de intercambiar ideas, enamórame mientras me vas contando tus odiseas.

2 comentarios:

  1. Eso me complace mucho, Naomi. Te invito a seguir... Gracias por tomarte un tiempo para comentarme y disculpa lo tarde de mi respuesta, pero apenas veo el comentario.

    Saludos.

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