lunes, 15 de febrero de 2016

Hombres como cáncer.

   Hay algunos hombres que son como un cáncer, pero uno que cada mujer elige padecer cegada por la ilusión del querer. Eso está bien, no culpo a esas mujeres que se equivocan al amar, pero es difícil, es bastante difícil enamorarse de un cáncer. Este tipo de hombres te destruyen de adentro hacia afuera, se alojan en tu pecho y luego invaden cada aspecto de tu vida, cada rincón de tu cuerpo, como algo que no puedes controlar, sino aprender a tratar, y aún tratándolo es incombatible.
   Estos hombres que son como un cáncer están más presentes que ausentes, pero su presencia es clandestina, fugaz, intermitente, prolongada y breve, dividida en el tiempo por pequeños segmentos, lo que quiero decir es que ellos se las arreglan para que su víctima los odie un minuto y los ame el resto del día. Ellos crean buenos y malos recuerdos, a veces son atentos y crees tenerlos, pero después desaparecen y los adivinas perdidos.
   Hombres como cáncer he conocido muchos, todas las mujeres lidiamos con nuestro propio hombre cancerígeno, ese que arruina nuestros buenos momentos y crea nuevos, ese que no puede estar aunque quiere, y por querer no te deja avanzar.
   No te culpo, amiga, por sentirte aún amarrada. Liberarse de esta especie es una tarea ardua y complicada. Yo, desde mi esquina, solo puedo aconsejarte que empieces desde tu interior y tengas fe en el tiempo, a estos hombres cancerígenos siempre, siempre, los cura el tiempo.
   Hay hombres que no se aman, sino que se padecen.
a mi amiga,
quien padece dos males:
el primero ya fue mencionado
el segundo: el destino.

2 comentarios:

  1. Esos hombres alana, se dan cuenta que son un cáncer cuando ya han destruido todo nuestro tejido, algunos, se compadecen e intentan curarse para curarnos, pero, como todo cáncer, acaba con nuestras ilusiones porque se detectan a destiempo. Otros, sencillamente, aun sabiendo que son malignos, no retroceden, porque no les importa el daño que ocasionen, solo después de ciertos años. comienzan a valorarnos, y entonces, ya también es tarde, porque el daño ya lo hicieron. Y los otros no son cáncer, sencillamente, porque no son nada.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso comentario, Jennifer. No tengo nada que decir, lo has dicho todo. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar