Estoy enferma, ahora lo sé.
Enferma de quererte y no saberlo demostrar, enferma de silencio, de querer en silencio y que tú no me sepas interpretar.
Por ello, hoy te pido: mátame o sáname.
Tú puedes perfectamente seguir distante y frío conmigo, así lentamente iré muriendo o, por el contrario, puedes tan solo decidir seguir creyendo en mi, en mis silencios, en mis misterios. Puedes quedarte e intentar una vez más descifrarme, inventarme, entenderme, puedes irte estos días para pensar y luego regresar con el remedio mágico que logre curar mi enfermedad.
Amor, puedes despertar un día y odiarme todo lo que sé que me amas, o, por el contrario, tan solo mirarme, pero mátame o sáname. Olvídame o quédate conmigo.
Te doy el poder de decidir que sucederá con esto de los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario