domingo, 21 de febrero de 2016

No puedo cambiarte, ahora lo sé.


   No puedo cambiarte, ahora lo sé. Admito que lo intenté durante años, cada semana una táctica distinta, unas palabras nuevas, a veces enojada, a veces frustrada, calmada o histérica. Tantas veces dije las mismas palabras con distintos sentimientos, tan solo para ver si podía remover algo en tu interior, no lo sé... quizás traerte de regreso, pero sin ningún resultado. Tan solo quería traer de nuevo a ese hombre maravilloso que sonreía más de lo que se quejaba de las pequeñas cosas... pero no pude y, en medio de mi desconcierto, descubrí que el amor es paciencia, y a veces también perseverancia, el amor nunca da nada por perdido. He llegado a descubrir que solo cuando se deja de amar, dejan de importante verdaderamente algunas cosas con respecto a la persona amada, pero yo... yo te amaré toda la vida, nací haciéndolo y moriré igual. Así es nuestro amor.
   No puedo cambiarte, en cambio, puedo aprender a querer con más intensidad al hombre que eres ahora. Puedo intentar acercarme lentamente a tus fallas y entender su origen. Puedo escuchar tus gritos, bajarles quizás dos o tres intensidades y sonreír. Yo, desde donde te miro, puedo practicar la tolerancia... y amarte, que amarte sea mi estado normal y sea ese amor el que me detenga cuando sienta ganas de responder tus reclamos sin fundamento. Que sea ese amor un alto a mis impulsos, porque no puedo cambiarte y ahora lo sé. Ni siquiera cambiando yo, a estas alturas ya no puedo combatir con tus demonios porque ellos me doblan en tamaño y poder. Ahora que lo pienso, no sé si alguna vez influencié un cambio en tu vida, de la forma que fuese, pero ya eso no importa, como tampoco importa ya aquella vez en la que vi la frialdad más perturbadora en tus ojos, no importa si crees que estoy loca, viviendo en un mundo que no es el tuyo, no importa que sepa tus secretos más conocidos y los más sucios, no importan ya los insultos...
   ... no puedo cambiarte, solo amarte.
   Sí, quizás estas palabras no tengan sentido para algunos, pero ellos... ustedes deben entender que hay amores que no pueden dejar de sentirse, esos con los que naces y mueres, y, aún en la otra vida, te acompañan. Hay amores que no se desgastan. Hay amores que con decepciones se hacen más maduros y se fortalecen... esos son los amores que dirigen tu vida.
   No puedo cambiarte... pero no te preocupes, porque ahora lo sé.

te amo,
amor
que 
duele
y se
extiende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario