sábado, 24 de julio de 2010

Esta peligrosa unión.


Hazme un lugar a tu lado, que el tiempo no pare de correr, cada segundo cuenta si es contigo, cada minuto me llena cuando estamos cercanos. Recuerda, estuve contigo en las buenas, lo estaré en las malas también. Ten presente, que mi presente es contigo y mi futuro dependerá de éstas palabras. Analiza, ya basta de impulsos; un beso que me silencie para siempre será mi cura permanente. Permanece, estáte siempre cerca, no te alejes, no me dejes, que las inexorables agujas de mi reloj dan la hora por nuestro amor.
¡Oh! ¡Terrible obsesión! Recuérdame, aún y cuando ésta enfermedad nos haga olvidar, aún y cuando el final nos ahogue y nuestro corazón deje de bailar a nuestro ritmo, aún y cuando nos separen en el lecho de nuestra muerte, no me olvides, que el tiempo no dejará de correr, que las inexorables agujas de mi reloj van a parar, pero jamás dejarán de sentir.
Tierno amor mío, no importa cuánto peso haya sobre nuestros cuerpos, sabré tenerte presente. Deséame, ¿qué no entiendes que esto es mutuo? ¡Comprende! Esto es imposible para los demás, no para nosotros, que lo sentimos prohibido, pero tan emocionante. Para nosotros, que esta unión es el final del comienzo, un calmante a nuestros anhelos, que ya desenfrenados venían al ataque; estamos listos para arremeter a los negados, a los impenetrables, los que no entienden este peligroso amor, esta condena del corazón; esos mismos que planean imponer un escarmiento para distanciarnos, y que prefieren inmiscuirse entre nosotros. Sólo a ellos venceremos, por que este peligro...
... Este peligro nos hace poderosos, amor mío.


- ¿Dónde estáis, alma mía?- divulgó la mujer al viento.


- ¡Aquí, flor de mi vida!- le atesoró su hombre.


- ¡Escapad conmigo!


- Vosotros no escapáis, mi dulce doncella, ¡Vosotros dirigid al lugar donde nos amaréis por siempre!


Como suave caricia, el hombre tomó la mano de su doncella. Juntos fueron en busca de ese lugar que los sudyugaría por siempre a la eterna felicidad y los convertiría en fantasmas ante la vista de los negados.

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