miércoles, 1 de junio de 2011

Aquella vez.


Debo confesarlo, contigo era feliz. Tú me hacías feliz. Cuando te recuerdo una sonrisa se fuga en mi gesticular y dentro de mí parece salirse algo de control. ¿Cuántas oportunidades perdimos? ¿Cuántas de mis complicaciones fueron necesarias para que te aburrieras de mí? ¿Fue mi castigo que tuvieras que irte lejos? Yo creo que sí. Y, hoy por hoy, aunque te lo digo todo el tiempo, me duele decirte así: Vecino lejano. A veces siento que lo que teníamos no era demasiado fuerte, pues la distancia ha ido formando poco a poco un agujero enorme y profundo entre los dos, aunque te escriba hoy y mañana, aunque te deje un mensaje el lunes y luego el martes, no parece haber continuidad. Pero lo de nosotros siempre me trae buenos recuerdos. ¿Recuerdas aquella vez? ¿Cuando jugábamos a las carreras y me dejaste ganar? Tenía graves razones para molestarme contigo, pero cómo hacerlo, si eras pésimo mintiendo. Fuimos muy felices, vecino lejano, aunque te daba miedo mi papá, y mi mamá sopechaba de ti. Siempre te llevaré en mis recuerdos y aunque nuestro presente no sea como fue nuestro pasado, no te desanimes, yo siempre te seguiré esperando, y te querré como siempre y reiremos juntos como solíamos hacerlo y te dedicaré poemas como este y de nuevo te recordaré, pasaremos felices ratos que no tendrán comparación con los de aquella época. Y no será demasiado tarde para que vuelvas a confesarme tu amor y no alcanzará la vida para que aquello me haga reír de nuevo como lo hizo... aquella vez. 

Nuevamente te recuerdo con cariño: C. Alexis. C.
Alias: Vecino lejano.
Jajajajajajaja...

Mal nacida distancia...

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