jueves, 2 de junio de 2011

A mis diecisiete años.

Comienzo: 2:15 pm

Son casi las tres de la tarde y no tengo sueño, eso es raro... supongo que me escapé de otro tedioso día de clases con la consecuente excusa de la lluvia y los eventos aburridos de mi escuela. Es una excusa eficiente. ¿Excusa? No, no, no... hoy mi papá me dijo que no es bueno dar excusas, que no es de profesionales... entonces quedaría eso como una "razón eficiente". Suena mejor.
Tengo esas dos enseñanzas bien adheridas a mi píel, a mi crianza, a lo que soy: "Sé siempre original y no dependas jamás de nadie". Y yo que a veces fallo, porque a penas tengo diecisiete años y no sé nada de la vida, y mi mundo es la escuela y mi casa, y lo que hago es escribir, desear tocar el piano y dormir incansablemente. Yo no entiendo el 80% de las cosas que dicen los demás, soy tan literal que a veces eso es un problema, pero sigo viviendo, deseando aprender y ser algún día tan sabia como lo es mi abuela pero a los veinte años... es algo imposible, lo sé, pero aún así sueño, porque eso es lo que tengo por ahora: Mis sueños de diecisiete años, quizá éstos cambien cuando cumpla los treinta y en vez de escritora quiera ser modelo, pero... ¿quién demonios me dirá que no? Así no tenga la imágen o la figura, tendré la inteligencia, escribir desarrolla tu cerebro, ¿lo sabías? Y más aún si escribes a mano, ¡yo lo hago "all the time"! Esa es otra cosa que quiero aprender: Inglés. También un poco de portugués y francés y viajar por Europa y conocer gente y explicarle a un canadiense qué es una arepa... Ya saben, conocer diferentes culturas. Tener un diario donde pueda anotar las anécdotas de mis viajes y, como seré psicóloga, entender a la gente, aunque esa es una ciencia que nadie parece estar dispuesto a tocar. Quiero tener también la razón aunque sea un vez, y dejar esa mala costumbre de soltar información errada al viento. Quiero expresarme libremente y salir de vez en cuando de mi molde, pero tengo diecisiete años y me gusta sonreírle a todo el mundo, porque la verdad es que no conozco aún la maldad, y la conoceré y me he estado preparando para eso, para llorar lo que hoy sonreía, para enderezar lo que ayer destruí, para cantar lo que hoy dejé en silencio. Y mis papás seguirán regañándome, y mi "mami" seguirá creyendo que soy demasiado introvertida, no debí usar "creyendo", pues es así. Y tengo varios sueños más, quiero compartir mi escritura con el mundo y estar una vez en aprietos y poder salir de eso de manera victoriosa y comprarme un conjunto caro y lucírselo una noche a mi esposo. También quiero cantar sólo una vez frente a un público, ¿y por qué rayos dije "sólo una vez"? ¿y si me gusta? Y tener una gran historia de amor y vestir a mi hija con vestidos verdes y fucsias y a mi hijo convertirlo en un rockero y llamarlo Alekxander. Y quiero saber un poco de todo, conocer de geografía, pues no sé nada de eso, saber la capital de Alemania y conocer dónde queda Canadá. Pero sólo tengo diecisiete años y la vida me resulta aún muy larga, aunque todos los adultos se la pasan diciendo que es muy corta y todo eso; y, a mis diecisiete años, no sé muchas cosas, pero sé hacer algo que es fundamental: Soñar....


... y creo que me va muy bien.

Final: 3:00 pm

2 comentarios:

  1. ¡Nos parecemos tanto!

    Lo siento, pero ame esta parte: "También un poco de portugués y francés y viajar por Europa y conocer gente y explicarle a un canadiense qué es una arepa..." - Jajajaja - Nuestro souvenir Venezolano. También quiero ser una gran Psicólogo, aunque mi primera vocación sea la Escritura, enamorarme de una Francesa, como lo hizo Cortázar con "La Maga", sentarme a algún café de Buenos Aires y escribirme poemas, a pasear por las calles de Montevideo y pasar la tarde un banco cualquiera. Diecisiete años y tienes el aliento literario de una mujer de 30.

    Saludos, Querida Alana. Espero seguirla leyendo a los 18, a los 20, o la edad que sea.

    ResponderEliminar
  2. Ya veo que nos parecemos mucho. Eso de sentarse en un café de Argentina y escribir poemas me encantó, ¿y enamorarme? Yo lo haría de un brasileño.
    ¡Me siento tan halagada! Gracias, gracias, colega y me seguirás leyendo, porque escribiré hasta que me muera, jaja.
    Saludos.

    ResponderEliminar