lunes, 19 de marzo de 2012

A mí me gustas así.



   Hola, de nuevo te habla quien nunca sabe qué decir.
   Muchas veces prefiero el silencio, pero esta vez no, esta vez me niego, y espero... de verdad espero ser tan ruidosa como asertiva con esta carta que te escribo.
   Primero lo primero, ¿no? Estoy enamorada de ti. Sí, ¡vaya! Es tan fácil escribirlo, ¿por qué no se me había ocurrido antes? Quizá porque en el pasado me la pasaba deambulando a tu lado, dando pasos equivocados, ensayando discursos que nunca ofrecí y obligándome a creer una mentira, ya sabes, la mentira de que algún día una extraña fuerza o un misterioso impulso, me llevaría volando frente a ti y me haría escupir las palabras que antes escribí. Eso no iba a suceder nunca, y es por ello que entre mi frustración y las pocas opciones restantes, me decidí a escribirte esta carta... una carta de amor, como la llamarían los que saben qué es eso, ¿no? Yo no lo sé, pero creo que aún tengo chance de descubrirlo.
   Creo que todo empezó hace unos meses (siete exactamente y no "creo", estoy segura); tú ibas y venías, Luis, te veía un rato y luego simplemente desaparecías; te vi reír unas cuantas veces y sonreír unas pocas más, pero normalmente eres muy serio, reservado, frío, bello. A mí me gustas así. Creo que eres tímido, yo también, no te preocupes, pero a mí me gustas así, tal cual, no te cambiaría ni la forma en que escribes "exelente" ni tu voz gruesa y estremecedora; es más, me llevo una doble dosis de ti, me la llevo y trato de hacer que rinda hasta el día en que me muera, pero eso solamente si tú no aceptas lo que dice en esta carta. Si ese es el caso, ¡ni eso te cambiaría! Mira cuánto te quiero.
   Ahora, si aceptas lo que te confieso, no me hará falta una dosis ni dos, te tengo a ti enterito, para mí sola y eso... eso no tiene precio. A mí me gustas así, invaluable, que me den ganas de rescatarte, de buscarte, de encontrarte... hace siete meses que siento eso y en ese mismo período, tú ni siquiera te das cuenta.
   Es por ello que hoy estoy aquí, sentada sobre mi escritorio, con lápiz en mano y mis sentimientos a flor de piel. No sé por qué hoy, pero sentí por vez primera el impulso de hacerme notar, quizá no estés tú para mirarme extraño y preguntarle a tu amigo: "¿Qué le pasa a esta loca?", quizá no resulte tan real para ti, pero a fin de cuentas lo es para mí, no quiero ser egoísta, Luis, para nada... de hecho, te quedarías con la carta y podrías mostrársela luego a tus amigos, seguro que ellos reirían durante semanas con el chiste de escritora que resulto ser, ¡hasta yo me reiría de una pobre loca!
   ... pero ese no es el caso, Luis... ay, Luis -he suspirado aproximadamente unas veinte veces-, ¿te he dicho ya cuánto te quiero? Despiertas en mí a la poeta frustrada, a la tonta enamorada, a la que vive de una ilusión y cree en imposibles; sí, esa sería yo en un día normal de hace siete meses para acá. ¿Te soy sincera, Luis? A mí estas fechas del año antes ni me gustaban, pero como que ya les veo el lado bueno, de nuevo gracias a ti; ha de ser producto de este enamoramiento. Para ti debe ser lo mismo de siempre: En la mañana te detienes a comprar un jugo natural, cambur, fresas y melón -sólo de martes a viernes, los lunes estás de mal humor-, en la tarde te reúnes con tu grupo de "panas" y juegas uno o dos partidos de fútbolito, no metes ni un sólo gol, pero igual sientes la emoción y haces uno que otro pase acertado; más tarde, llegas a tu casa y ves un poco de televisión, mientras se hace de noche y tu mamá te prepara un patacón, sin salsa roja y mucho queso; luego te das un baño, no lo hiciste al llegar de la práctica -qué cochino, pero a mí me gustas así-, entonces tan sólo te acuestas a dormir.
   Eso es todo.
   Lo sé porque he averiguado, he escuchado, he preguntado... si, de hecho estoy loca (acabo de decir una grosería). Me encuentro algo frustrada.
LUIS, EL PUNTO ES...


   ¿Te gusto de la misma obsesiva, desenfrenada y apasionada forma? (marca con una X y házmelo llegar).


Sí: ___         o          No: ___ (No recomendada)

Atentamente, 
la chica que se sienta tras de ti 
en la primera clase.

1 comentario:

  1. Jajaja.. Que suerte tiene ese Luis. ¿Por qué no me pasan esas cosas a mi? Me gusto el giro que tomo la historia. Excelente, Colega. Sigues escribiendo muy bien. Saludos.

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