viernes, 12 de octubre de 2012

Te dedico mis cinco sentidos.

    Tú me sabes a una dulce y jugosa granada, hueles a playa margariteña, el sol zuliano quemó tu espalda y suenas idéntico a una salsa cubana. A ti te encuentro en el sombrero de Blades, en los hielos de un vaso de whisky, a veces también en la mirada de pescadores y ahora suenas a un reggae de Marley, a tu adolescencia hueles, persiguiendo una vaca te imagino. A ti también te encuentro en el borde incipiente de las montañas que de tu mano conocí en mi niñez. Tú eres un pescado frito y la cena a las ocho de la noche, hueles a perfume caro, a fotos antiguas, tienes dotes de mecánico, fotógrafo, doctor y consejero, y mientras tanto suenas a un par de maracas, eres música y mi teclado, y de vez en cuando te digo Te amo, y es que tú eres ese: "Te amo tanto, papá", y también pollo frito y plátano pintón.

Dedicado a mi gordo bello,
esta es tu esencia, papi. 
Te amo infinitamente.

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