domingo, 28 de noviembre de 2010

DIARIO 15: Frustrada...

Debí haber nacido en otra época. Haber jugado a las cartas con Mr. Darcy de Orgullo y Prejuicio o ayudar a Simón Bolívar a libertar Venezuela... o, pensándolo bien, debería haber sido amiga íntima de Jane Austen y prima lejana de María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza. Debí haber sido vecina de Napoleón Bonaparte y corretear de la mano con Laurie de Mujercitas, yo me hubiese enamorado de él y le habría ragalado un mejor final a Louisa May Alcott. Albert Einstein debió haber sido mi profesor de física y Tales de Mileto tuvo que buscar mi opinión antes de intentar buscar una explicaíón física del Universo.
No me buscaré problemas, así que sólo diré eso.

Hay que ver el lado bueno, como siempre, mi generación me da, sin percatarse, inspiración.
Ya sea para crear un sentimiento de envidia, celos, soberbia, desconfianza, traición, chismes, etc.

Lo bueno... y es que SIEMPRE hay algo bueno, una luz al final del estrecho y largo callejón oscuro, es que últimamente ha estado lloviendo mucho, pequeños fragmentos de esa precipitación son, para mí, horas y horas de interminables ideas. Así que gracias, Madre Naturaleza, no sé si lo sabes, pero ayudas a todos los escritores del mundo.
Soy muy observadora y mis personajes pueden tender a serlo también, esto se debe a que siempre, como ley de mis escrituras, siempre le anexaré una de mis cualidades a alguno de mis personajes... Espero que no sea al más tonto al que le toque cargar con mi locura de desear haber nacido en la época de los 1800, jajaja. No le haría una cosa de esas, los quiero como si fueran mis hijos, es decir, yo les doy un nombre, yo les doy una personalidad y luego, al acabar la obra, ellos sólo se van, unos se casan, a otros les rompen el corazón y a muchos el final les resulta el comienzo de un largo viaje. He dicho punto y final. ¡Si! He dicho PUNTO Y FINAL.

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