sábado, 20 de noviembre de 2010

Somos el mal que padece la tierra.

Este mundo se ha llenado de insensatez, de cólera permanente, de faltas hechas con consentimiento. La culpa parece haberse tomado unas vacaciones muy largas y ese sentimiento... ¡Amor! Sí... ese parece haber sido asesinado por todos nosotros.
He hecho el bien unas cuantas veces, pero también he hecho el mal otra gran cantidad de veces. Quisiera eliminar eso y estar por siempre inmaculada, blanca, limpia de la impureza, pero eso es lo que me rodea, es lo que respiro, es lo que hoy llena al mundo: Gente que ha olvidado la sinceridad y ha sucumbido ante la facilidad de hacer el mal.
Yo prefiero tomar el camino largo, si ese va a estar lleno de aprendizaje y anécdotas, y, al final, me brindará un gran éxito.
¿Cuándo nos volvimos vacíos? ¿Cuándo dejamos de encontrar la belleza en el bien y la oscuridad en el mal?
Nosotros, por que yo también... a veces.

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