sábado, 18 de febrero de 2012

... Curiosidades: Su nombre.

   

  
   De nuevo sentí ese escalofrío extraño subir por mi columna en cuanto alguien pronunció su nombre. 
    No creo que hayan quedado secuelas de lo que pasó entre nosotros, pero...
   ... ¡es que fue tanto, tanto, tanto lo que pasó entre nosotros! Que creo que no sentir nada al escuchar que lo nombran me haría una mujer fría y calculadora. Yo no soy así.
   Aunque tienda a esconderme en una falsa indiferencia, sé muchas cosas que nadie sabe. Oigo y veo cosas bajo la sombra de mi cabello; creo poder saber qué dice una sonrisa suya... pero esa noche no hubo sonrisas. Ese fue el problema. Esa noche siquiera le regalé una mirada de vergüenza o lástima, esa noche lo ignoré cruelmente. Quizá inconscientemente desee que él me odie, que él me castigue por el daño que le hice; quizá en el fondo prefiera que sea un idiota conmigo... pero él no es así. Nunca ha sido así. Nunca será así.
   ¿Y la pronunciación de su nombre? Seguirá ocasionando estragos en mi pecho y en mis manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario