miércoles, 27 de julio de 2011

Contra la ley.

     Sí, él me llegó como mandado del cielo, creo que ese mismo año dos Universidades me habían rechazado y, no quiero sonar arrogante, pero no estoy acostumbrada al fracazo, tenía el mejor promedio de mi clase, era responsable y leía, leía como nadie, deboraba libros, enciclopedias, diccionarios y revistas, todo lo leía y nadie me entendía del todo. Me sentía fuera de lugar y es que yo veía el mundo tan diferente, cada paso en mi camino era algo especial, cada preocupación, la lluvia, la música en sí, tocar mi guitarra, escribir un poema. Recuerdo que en aquellos años lo único que anhelaba era alguien que se identificara conmigo... y allí apareciste tú.
     Aquellos días eran pura soledad, no hablaba con nadie, la escuela se había acabado y mis hermanos y hermanas estudiaban fuera de la ciudad. No salía, siquiera me asomaba por la ventana, así que estoy convencida de que haberte conocido fue un milagro, una obra divina.
     No sé describirte muy bien, pero llevabas el cabello despeinado aquella noche, una libreta en la mano derecha y la mirada perdida en el horizonte. Esa noche salí porque llovía e intentaba recoger inspiración a partir de allí. Y tú sólo estabas allí, en medio de la calle, empapado, con la libreta hecha un desastre y con expresión indiferente.

- ¡Hey!- recuerdo haberte llamado, pero tú no escuchaste-. ¡Hey! ¡¿Buscas algo?!

     Entonces fue allí cuando te giraste hacia mí y sonreíste.

- ¡Ya encontré lo que buscaba!- gritaste.

     Dudosa, en total proporción, solté:

- ¿Me buscabas a mí?

- No, no... bueno sí, se podría decir, buscaba inspiración- y sonreíste, acercándote más a mi casa-. Para escribir un poema... y tú eres una chica bajo la lluvia, una hermosa chica.

     La casualidad me robó varias carcajadas.

- Excelente, no eres la primera persona que se ríe de mí y en mi propia cara- dijiste, algo ofendido.

- No, no, no. No me río de ti, me río porque eres idéntico a mí.

     ¿Un milagro? Sí.
     ¿Una bendición? Sí.
     ¿Que somos muy parecidos? Sí, pero vamos contra esa famosa ley... porque nos va de maravilla.

Carta para mi similar.

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