viernes, 1 de julio de 2011

Carta para un final.



"El problema es que para ti soy linda, no hermosa.
El problema es que soy buena, no la mejor.
El problema es que no confías en mí... y con respecto a eso: Me cansé.
Hoy me hice una pregunta: Si él no tiene fe en mí, ¿por qué debo yo estar con él?
¿Dónde demonios le enseñaron a enamorar a una mujer?
A veces prefiero que me mientas, que me digas que te vuelvo loco, aunque estés en tus cinco sentidos, que me digas que soy la mujer más bella, aunque al decírmelo pienses en esa modelo de la televisión. Yo lo único que quiero, es que sepas amar a una mujer, no que me entiendas, pues te pediría descubrir el gran misterio del Triángulo de las Bermudas, no que me hagas hacer algo que no quiera, sino lo que secretamente quiero hacer, lo que quiero es que confíes en mis sueños, aunque te parezcan descabellados y sin sentido.
¿Dónde demonios le enseñaron a amar a una mujer?
Si en cuanto me preocupé por algo, él no me dio aliento; si en cuanto pedía silencio, él siguió preguntando: ¿Qué te pasa?; si cuando le hablo, parece estar ausente; si cuando digo algo que me resulta difícil decir, él lo ignora; si en el momento en que fui en busca de él, él no se dio cuenta... y volvimos a lo mismo: Decepción.
¿Qué hago yo contigo? Si lo mío era un capricho, si el amor no existió jamás, si tu forma de amar no me gusta... ¿por qué demonios sigo sufriendo a tu lado?

Ya se acabó,
para siempre. Que tengas una buena vida."

No hay comentarios:

Publicar un comentario